¿Cómo meditar?: Los mitos y las verdades sobre la meditación
Leí una nota escrita por Tiffany Cruikshank en Yoga International que me pareció muy simple y cierta. La titula “3 mitos sobre meditación -y la verdad”. La comparto en español. De pronto te ayuda (como a mí) a entender más sobre la meditación y, lo mejor, no tenerle miedo.
Primer mito: “La meditación no es para mí. No puedo hacerlo”.
Primera verdad: La meditación le sirve a todos, y todos pueden hacerla.
La autora te invita a imaginar a un niño que está aprendiendo a caminar, que se cae y dice: “No. Caminar no es para mí. No puedo hacerlo”. Pues lo mismo es con la meditación. No es fácil, y mucho menos si es una práctica que no hacemos normalmente. Pero es cuestión de práctica. Empieza con 2 minutos al día y luego vas sumando.
Segundo mito: “Solo hay una manera de meditar y si no haces esa, estás perdiendo tu tiempo”.
Segunda verdad: “Todo tipo de meditación es ´real´; no hay una mejor que otra.
Tienes que encontrar lo que se acomode a ti. De pronto prefieres contar mentalmente hasta 4 o hasta 6 cuando inhalas y lo mismo cuando exhalas, o quizás solo quieres cerrar los ojos y respirar profundo. Quién sabe, es probable que te guste cerrar los ojos y cantar un OM mentalmente. Y si todo esto lo quieres hacer sentado en el piso, sobre un cojín o una silla… pues funciona.
Si alguien te dice que meditas mal porque pones el pie izquierdo en frente, no creas que no ha valido la pena. Toma la recomendación, pero creétela: sí meditaste.
Tercer mito: “Tienes que meditar durante veinte minutos porque menos no vale la pena”.
Tercera verdad: No importa cuánto tiempo meditas. Lo que puedas marcará una diferencia
Si meditas durante cinco minutos todos los días, tu nivel de estrés decrece. En serio. Si meditas durante 15 minutos, el estrés se reduce casi en un 36%, escribe la autora. Pero si empiezas con dos minutos, genial.
Un truco que yo uso: pon una alarma para que así no te estés preguntando cuánto tiempo ha pasado.
Y recuerda que si crees que “estás muy ocupada para meditar, es porque más lo necesitas”. Solo hay que sentarse y respirar profundo.
Namasté.