Inspiración escandinava: Conoce un poco más de este estilo

Por Keny Feijoo

El estilo escandinavo o nórdico apareció a principios del siglo XX en Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia. Se define por aprovechar al máximo la luz natural y la funcionalidad de los espacios. Además, al utilizar materiales como la madera, la cerámica y el vidrio, la calidez de los ambientes está segurada. También se sirve de las fibras naturales, como el lino, el algodón y las pieles.

La arquitecta Mariella Huerta explica que es una propuesta que funciona en los nuevos lofts de Lima y en los minidepartamentos que, por su tamaño, necesitan de diseños prácticos y limpios.

DETALLES DECORATIVOS

La diseñadora de interiores Cecilia Valdés de Fernandini explica que el diseño nórdico tuvo su época de oro entre 1920 y 1960. Los muebles creados o inspirados en esa época funcionan bien en un espacio de estilo escandinavo. 

En ese sentido, los elementos de diseño icónicos, como las sillas Eames o Panton encajan en la propuesta. También la mesa Tea Trolley 901, de Alvar Aalto, la butaca PK22 de Poul Kjaerholms, el Poet Sofa de Finn Juhl, entre otros muebles.

Una característica de este estilo es la aplicación del blanco como tono base, el cual aporta luminosidad a los espacios. También, el blanco humo o los tonos beige, ya que aportan la misma claridad. 

El diseño nórdico, por excelencia, tiene toques minimalistas y se aleja de los grandes contrastes de color. Además, apuesta por los estampados mínimos en tonos neutros bicromáticos o de colores pasteles. “Se permiten algunos elementos de colores vibrantes para aportar detalles en la decoración”, dice el diseñador Carlos Maza. En textiles, puede utilizar los diseños a cuadros, rayas o flores, con dibujos repetitivos y de fondos claros, pues la idea es combinar lo tradicional con lo moderno.

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