Muchas personas optan por comprar una casa rodante para viajar cómodas, ya sean en solitario o con sus familias. Sin embargo, Patrick Schmidt tuvo una idea diferente y transformó un antiguo bus escolar en una vivienda para disfrutar en su camino a través de Estados Unidos.
Todo el proyecto implicó para Schmidt una inversión de 13 mil dólares, incluyendo la compra del bus. El trabajo -que realizó con ayuda de su padre- inició desde cero y requirió desmantelar el interior del bus para cambiar el aislamiento e instalar las luces LED pensadas para ahorrar energía.
Los artefactos y calefactores dentro del bus funcionaron gracias a los paneles solares que Schmidt instaló en el techo. Eso redujo el consumo de energía y aumentó las oportunidades de incorporar elementos para mejorar su calidad de vida.
A bordo del auto, Patrick recorrió más de 16 mil kilómetros desde California hasta Florida, viaje que describió en su blog Skoolielove.