Es probable que una pared con ladrillo expuesto te remita a un estilo rústico, sin embargo también podrías conseguir un look moderno y cálido pintándola de blanco, logrando además, que el espacio se ilumine.
Es importante que utilices el ladrillo en una sola pared, sobre todo si se trata de la cabecera de un dormitorio, así lograrás que esta sea protagonista del espacio y se luzca como un detalle.
De preferencia, usa pintura supermate para una apariencia más pareja. Para darle un color sólido, aplica una mano de base y luego tres de pintura. Si buscas un acabado wash para una apariencia envejecida, dale una mano de base y luego lija la pared.
Para lograr un aspecto industrial, utiliza poca pintura y deja que el color natural del ladrillo se note de manera muy sutil. Combina una pared con ladrillo (pintada o al natural) con mobiliario hecho de madera o pisos en este material.