Darse una ducha caliente puede ser la mejor forma de iniciar la mañana. Sin embargo, entre la comodidad y la agradable temperatura, nos olvidamos de la gran cantidad de agua que podemos llegar a consumir y afectar a largo plazo el planeta.
Según la OMS, una ducha debería durar un promedio de 5 minutos y ese es el tiempo estimado que la cortina Spiky te da antes de echarte fuera del baño. La diseñadora de esta instalación artística es Elisabeth Buecher.
Spiky funciona con unas púas de plástico que inician la cuenta regresiva de 4 minutos apenas se abre la llave. Una vez pasado el tiempo, la cortina se infla invadiendo el espacio dentro de la ducha y obligando a la persona dentro a salir cerrando el flujo de agua.
“El objetivo es provocar un debate alrededor de los problemas del agua y hacer que las personas sean más conscientes de su consumo”, explica Buecher en su página web. Spiky no está a la venta, aunque sería un gran elemento en casa para reducir el tiempo que pasamos gastando agua.