En el prestigioso colegio Simón Bolívar, un grupo de estudiantes del área de Educación para el Trabajo, del tercer grado de secundaria, ha comenzado a producir bocaditos de harina como pasteles nutritivos, deliciosos churros, sabrosos alfajores, tarta de calabaza y otros tradicionales alimentos que conquistan al poblado de Ayaccocha, distrito de Acoria, en la región Huancavelica.
“Iniciaron la producción del emprendimiento para generar alimentación saludable y obtener ganancias para cubrir algunas necesidades del plantel”, dice la maestra del área, Rosa Huamani Mitma.
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Un día antes de producir los bocaditos, la profesora organiza a los estudiantes para que cada uno lleve sus insumos y producir un delicioso pastel nutritivo. Los estudiantes responsables usan oca, mashua, calabaza, betarraga, tumbo, habas, papa, maíz para preparar mermelada. Además, también compran harina, huevo, leche, polvo de hornear, vainilla, azúcar y margarina.
Antes de ingresar al centro de producción se controlan entre ellos bajo la presencia de la maestra en las BPM, que consiste en “Buenas Prácticas de Manufactura”: las uñas de los estudiantes deben de estar completamente cortadas y limpias, los cabellos deben quedar bien sujetos con el gorro, los mandiles deben estar limpios y bien amarrados al cuerpo, y los zapatos son reemplazados con botas para evitar la contaminación del local y esencialmente de los productos. Si un estudiante está con heridas o enfermo, no puede ingresar al centro de producciones.
Para preparar un pastel nutritivo empiezan a pesar el azúcar para mezclar con la yema de huevo. Después de mezclar, echan margarina y la leche. Siguen mezclando hasta que se integre y posteriormente adicionan la vainilla. Luego de pesar la harina, tamizan juntamente con el polvo de hornear. Mezclan todo hasta que no quede ningún grumo. En otro recipiente la clara de huevo se bate hasta convertirlo en punto nieve y el resultado lo adicionan a la mezcla lentamente. Después de obtener la mezcla final, cubren la kekera con la margarina y harina, y luego vierten la mezcla para llevar al horno.
Cuando el keke sale del horno lo dejan enfriar. Cuando está frío cortan en dos para rellenar con la mermelada de oca u otro producto que desean utilizar los estudiantes. Mientras tanto, los utensilios usados deben dejar limpio para la siguiente tarea: kekera, bolts, la lengua de la suegra (o también conocido como espátula), cuchillo serrucho, la batidora, platos, balanza, y fundamentalmente el horno que es un equipo que funciona con gas.
Después que el pastel nutritivo esté listo, un grupo de estudiantes sale a expender ofreciendo sus bondades o los beneficios que tienen. Así empezaron a fortalecer el proyecto de emprendimiento con una serie de dificultades.
El ex director Zenón Castellanos De La Cruz manifestó que “el emprendimiento es importante en la vida de la humanidad de estos tiempos”.
“Si uno termina sus estudios superiores, es difícil conseguir trabajo. Y muchos jóvenes se frustran al no poder acceder al mundo laboral inmediatamente. Pero si un estudiante de un colegio tiene nociones de emprendimiento, puede sobrevivir en una sociedad como la nuestra. Y qué mejor si entra a conquistar el mundo de los consumidores con su sapiencia”, dijo.
También es necesario resaltar el apoyo que recibieron de parte de la ONG internacional Word Visión Perú en la implementación de un horno y algunos utensilios. A este proceso de implementación se sumaron toda la comunidad educativa y fundamentalmente los padres de familia.
Los pasteles y churros, cuando salieron a la población del centro poblado, la comunidad los recibió con mucha alegría. Los pobladores manifestaron que los panaderos traían sus productos pasados y no eran frescos. El señor Rogelio Tuncar, que es un poblador del lugar, recordó cómo era antes conseguir panes: “Pucha, recordar esos tiempos era pues comer panes secos, los panes eran bien duros, se hacía así el pan porque los panaderos traían sus productos y nos dejaban para una o dos semanas, incluso para un mes”.
Así, los estudiantes del colegio Simón Bolívar aprenden a crear empresa, y también se preparan para enfrentar la vida.
Informe realizado por los corresponsales escolares Braeyeil Bethlem Huamani Rojas, Anai Crispin Tapara, Danitza Cristofany Mendes Tapara, Ima Sumac Chaska Illanes Boza y Fany Jurado Tapara, de la institución Educativa Simón Bolívar, en Huancavelica. Contaron con la asesoría del profesor Juan Luis Espinoza Chinchon y la mentoría del periodista Daniel Bedoya Ramos.
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