Alemania antes de la media hora de juego ya ganaba 5-0 y tenía enfrente a un Brasil incapaz de reaccionar ante esa paliza. Lo lógico era parar la máquina para cuidarse de lesiones y esfuerzos extenuantes de cara a la final del mundial, pero los germanos tuvieron la caballerosidad de respetar la historia del rival, según lo declaró uno de sus jugadores más representativos.
El defensor Mats Hummels declaró en el diario Mirror Sports que tras el 5-0 acordaron en el vestuario frenarse para "no humillar" a Brasil.
"Se tiene que demostrar respeto al oponente, y era muy importante que nosotros lo hiciésemos. No tratamos de mostrar un poco de magia o algo así. Era importante que jugáramos nuestro juego durante 90 minutos", dijo el zaguero.
Sin embargo, al parecer quien no escuchó el acuerdo fue el ingresante Andre Schürrle, autor de los goles 6 y 7 a los 69' y 79' del complemento.
Sobre la final con Argentina, Hummels dijo que "debemos mantener los pies sobre la tierra, pero ese no es problema para nosotros. Sabemos que lo complicado será el domingo. Será un enfrentamiento complicado, y la única oportunidad que tenemos es ganar desde el principio".