PEDRO CANELO @jovennostalgico
Dicen que para ser un campeón indiscutible hay jugadores que no te pueden faltar. Primero un arquero que te salve, después un defensor con alma de caudillo, un volante que cierre y abra las puertas a su antojo y un delantero que no conozca el perdón. Brasil hoy tiene eso y más. Luiz Felipe Scolari ha dejado fuera de estrellas de ensueño como Kaká y Ronaldinho pero ha construido una base de cemento para darle soporte a su castillo de ilusión.
Brasil hoy no gambetea ni tampoco hace bicicletas en el área del rival. Brasil hoy corre, presiona, se defiende y con un inusual pragmatismo te “mata” arriba. Felipao ha repetido parte de la fórmula del 2002 aunque era con mayor rigor en su bloque medio. Paulinho, Luiz Gustavo y el mismo Ramires son el rostro renovado del pentacampeón. El nuevo perfil para un jugador de la ‘canarinha’ no se reduce a un danzarín sobre el campo sino a soldados listos para transpirar los noventa minutos. Futbolistas con transpiración más que inspiración.
Pero con el pentacampeón siempre tendremos una función de magia. Está Neymar como el gran solista que todos quieren escuchar pero también hay otras voces que amenazan con dar el gran grito desde el primer partido ante Croacia. Uno es Wlillian del Chelsea, un volante que llega al Mundial con olor a revelación.