El lado B del Dakar: corriendo junto a la historia en Hegra

A la antigua ciudad de Hegra llegaba gente de la península Arábica, del mundo mediterráneo y de Asia. Tres mil años después, también llegan sudamericanos, algunos peruanos entre ellos. Es que el Dakar confluye con la historia misma y eso se vivió ayer en Al Ula.

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La caravana dakariana llegó a un lugar histórico en la zona norte de Arabia Saudí. La cuarta etapa llevó a los competidores por este desierto y algunos hombres de prensa aprovechamos para conocer la histórica Mada'in Saleh o Al Hijr, o mundialmente conocida como Hebra.

La ciudad fue uno de los grandes centros del reino nabateo, que se extendió entre Afganistán, Arabia y Jordania, donde estableció su capital en Petra. Hoy quedan sus tumbas bien conservadas y en el parque de Hebra son 111 de ellas, siendo la más importante la de Qasr AlFarid, de la cual aún no se conoce el fondo.

Un reino abierto

“Los competidores pueden disfrutar de las hermosas vistas”, asegura la organización del Dakar y a más de uno ganas de una foto no le debe haber faltado. Al Ula fue una ciudad amurallada tanto por sus paredes y también por las montañas que la rodean.

Lo que las antiguas autoridades islámicas ocultaron por considerarlas de la “época de la ignorancia”, antes del Islam, hoy se abre al mundo gracias al deporte. Ya Arabia Saudí gozó de la Fórmula E en Riyadh en noviembre pasado, anoche del duelo entre Real Madrid y Valencia en Jeddah, donde empezó el Dakar, y ayer Al Ula acogió al rally con sus visitantes.

Este desierto que antes cruzaron los comerciantes de incienso y mirra ayer fue dominado por Stéphane Peterhansel, quien se adjudicó la etapa –la primera que gana en este Dakar-, aunque complicó a otros, como al motociclista Matthias Walkner, quien se perdió en la ruta.

Un tren empieza su camino en esta localidad y parte hacia Siria con llegada en Damasco, y desde acá también ya corren los seis equipos nacionales que quedan en el Dakar hacia la meta. Aún falta más de una semana y cada día será para correr junto a la historia y también para escribir la de ellos mismos.