Barcelona consiguió remontar el 2-0 que sufrió ante Sevilla en las semifinales de la Copa del Rey este miércoles, colocándose 3-2 en la eliminatoria a través de Martin Braithwaite en la prórroga de la revancha.
Como ya hiciera ante el Granada en los cuartos de final, el equipo catalán regaló a los aficionados otra noche épica y se clasificó para la final de su torneo fetiche, la Copa del Rey, revirtiendo la victoria que se llevaron los andaluces en el Sánchez Pizjuan.
Un gol de Piqué en la última jugada del partido, después de que Ter Stegen atajara un penal a Ocampos, llevó el encuentro a la prórroga, donde los azulgranas culminaron la remontada con un tanto de Braithwaite al inicio de la primera mitad.
El equipo de Lopetegui solo necesitaba un gol para darle la vuelta, pero desquiciado, en vez de jugar, se dedicó a protestar cada decisión del colegiado Sánchez Martínez.
Con Piqué cojo los últimos diez minutos, el Sevilla intentó reaccionar, y la última la tuvo Koundé, que disparó en la frontal un balón rechazado por la defensa loca, pero encontró bien colocado a Ter Stegen.