“Mejor así, ‘Pulga’”, tituló ayer el diario “Olé” de Argentina con resignación pero también con ilusión, una ilusión sustentada en un dato importante para los supersticiosos: ningún jugador ganó el Mundial siendo el vigente Balón de Oro.
En el mejor de los casos, solo cinco disputaron la final de la Copa del Mundo y la perdieron. Le pasó a Gianni Rivera (México 70), Johan Cruyff (Alemania 74), Karl-Heinz Rummenigge (España 82), Roberto Baggio (EE.UU. 94) y Ronaldo (Francia 98). Le podría pasar ahora a Cristiano Ronaldo en Brasil 2014.
También lo sufrieron Alfredo di Stéfano (no jugó en Suecia 58), Omar Sívori (Chile 62), Eusebio (Inglaterra 66), Allan Simonsen (no jugó en Argentina 78), Michel Platini (México 86), Marco van Basten (Italia 90), Michael Owen (Corea-Japón 2002), Ronaldinho (Alemania 2006) y Messi (Sudáfrica 2010).
Eso, por ahora, no le preocupa a Cristiano Ronaldo. Solo él y Portugal podrían romper esta mala racha.