No había pasado prácticamente nada. Liverpool se había puesto en ventaja con un gol de fuera del área de Emre Can hasta que Gary Cahill igualó el encuentro para el Chelsea.
En el minuto 13 del partido, hubo un tiro de esquina para los ‘blues’, que pivoteó Diego Costa, sacó el portero Mignolet y remató Gary Cahill. ¿Fue gol? La jugada fue bastante dudosa, pero en este caso fue la tecnología quien decidió que era gol.
Ningún jugador entendía nada a excepción del árbitro que fue a pararse hasta la mitad del campo. Recién en ese momento los jugadores del Liverpool como Chelsea entendieron que el defensa de la selección inglesa había marcado la paridad del partido.