Siete horas y varios pasos por delante está Lorenzo Belmont de una gran multitud de muchachos de su edad que sueñan con hacerse un lugar importante en el fútbol profesional. No hace mucho, su vida y carrera estaba enlazada al pintoresco Matute, pero todo cambió repentinamente cuando se le abrieron las puertas de El Madrigal. En estos momentos, está aprovechando la maravillosa oportunidad que se le ha presentado en España. Y, con solo 14 años, la joya peruana se perfila como una de las grandes promesas del Villarreal. No es para menos.
A diferencia de la gran mayoría, Lorenzo Belmont -nacido el 21 de septiembre del 2007 en Lima- no tenía tanto interés en el fútbol durante su infancia. De hecho, estaba más cerca de ser ciclista que futbolista. Y es que sus padres le inculcaron más el amor por la bicicleta que por la pelota.
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Pero, de pronto, brotó inesperadamente su pasión por el balompié. En la época escolar, sus amigos lo animaron y convencieron de jugar fútbol y, desde entonces, ya nada lo frenaría. “Ahí me enganché y me enamoré”, rememora.
Poco a poco, Lorenzo se dio cuenta que estaba predestinado a cosas más grandes de las que se podía imaginar. Jugó por la selección de su colegio, se formó en el Esther Grande de Bentín (EGB), vistió un tiempo corto la camiseta del Cantolao y finalmente llegó a Alianza Lima, donde estuvo un año y medio.
Su etapa en el fútbol formativo peruano la recuerda con mucha alegría. De hecho, aún mantiene contacto con sus excompañeros de equipo. “Siempre han sido muy amables conmigo”, aclara. Y en el asunto netamente deportivo, considera que tuvo éxito. “A nivel de títulos también me fue muy bien, sobre todo en Alianza conseguimos algunas cosas”, dice.
Con la camiseta blanquiazul dio un sinfín de muestras de su gran capacidad como defensor. En el 2020 iba a jugar la Copa Federación con los ‘íntimos’, pero la pandemia se lo impidió. Sin embargo, desde España ya le habían estado haciendo un seguimiento especial, por lo que en agosto de ese año recibió una lejana llamada desde ese país.
“Del Villarreal me dijeron que estaban interesados en mí y yo prácticamente ni lo dudé”, cuenta. Entonces, su travesía futbolística se tuvo que desplazar más de nueve mil kilómetros y en septiembre del 2020 comenzó a entrenar con el ‘Submarino Amarillo’. A partir de ahí, Lorenzo ha tenido una progresión enorme. Indiscutiblemente.
“Como siempre he dicho, la mejor decisión que yo creo que uno puede tomar es irse desde muy temprana edad, porque te acostumbras rápido cuando eres pequeño, entonces la adaptación al fútbol español nunca ha sido un problema”, asegura.
Eso sí, estar lejos de su familia todo este tiempo ha sido bastante complicado. Él cuenta que allá vive con una madre adoptiva y otros compañeros del club. “Es bastante difícil futbolísticamente, pero lo más difícil es psicológicamente, porque al final el estar tan lejos de mi familia y los amigos, eso también obviamente influye, pero lo llevo bien”, explica.
Antes de viajar a España estaba consciente de esos riesgos, pero las oportunidades de oro no se desperdician. Más allá de las diversas dificultades que ha tenido este tiempo, Lorenzo se siente feliz de jugar en la cantera del Villarreal, donde ya ha ganado el título de la Liga, la Girona Cup y la Yellow Cup Easter, dos torneos de gran repercusión en el fútbol base español.
De hecho, la cantera del ‘Submarino Amarillo’ es conocida por ser una de las mejores en España, otorgando becas estudiantiles y deportivas a muchos de sus jugadores, como a Lorenzo Belmont. Y ese éxito en las categorías menores se extiende al equipo mayor, que esta temporada alcanzó -inesperadamente- las semifinales de la Champions League, tumbándose a equipos como Juventus y Bayern Múnich en las fases eliminatorias del torneo.
“La verdad es que me siento orgulloso y con mucha mucha responsabilidad. Cada vez que el primer equipo gana, me pongo feliz, porque siento que estoy representando a un club muy importante”, comenta Lorenzo.
Lorenzo quiere seguir mejorando y, por ello, entrena de cuatro a cinco veces por semana. “Es una hora y media de fútbol y luego una hora de gimnasio”, aclara. Aparte son los días de partido que se juegan los fines de semana, donde el peruano pone en práctica todo lo aprendido, así como también algunos consejos especiales de los jugadores del primer equipo del ‘Submarino Amarillo’.
“Conozco varios futbolistas profesionales de aquí del Villarreal. La mayoría me aconseja que nunca me distraiga y que si de verdad quiero algo que nunca ponga excusas”, cuenta.
Posición y virtudes
Lorenzo Belmont se ha formado principalmente como un defensa central, pero es un todoterreno. Y es que el peruano de 14 años también puede jugar como lateral derecho o mediocampista defensivo. Se acomoda perfectamente en esos puestos, donde le gusta tomar el papel de líder.
“Soy un jugador que habla mucho en la cancha, y desde mi posición puedo ver cómo está el equipo y mandar. También me considero un jugador muy físico, muy fuerte, entonces para el choque voy bien y por eso destaco en defensa”, describe de sí mismo.
El zaguero del Villarreal goza de una buena estatura para su posición: mide 1.80 metros. Por eso, siempre destaca en los juegos aéreos, tanto a la hora de defender como de atacar. Además, da mucha seguridad en las salidas de su equipo y llega perfecto para los cierres ante los ataques del rival.
El poco tiempo que lleva en el ‘Submarino Amarillo’ no le ha impedido que use la cinta de capitán ya dos veces. Sus virtudes le respaldan totalmente. “La responsabilidad de llevarla se siente muy especial. La primera vez es algo inolvidable. Te sientes diferente”, expresa.
Su principal referente en este deporte es Sergio Ramos. Desde pequeño, ve muchos vídeos del zaguero español y trata de imitarlo en el campo. Eso sí, en el Villarreal sigue los pasos de nada menos que Pau Torres, con quien ya pudo charlar en El Madrigal.
“Tuve la oportunidad de hablar un rato con Pau Torres, me dijo prácticamente que siempre tenga la sangre fría y que si algún día cometo algún error grave, que nunca me hunda, que deje de pensar en eso y que pase a la siguiente jugada”, relata.
Ahora Lorenzo forja su propia historia y quiere llegar tan lejos como sus referentes. Aún le falta madurar y seguir sumando experiencia, pero en el Villarreal confían mucho en lo que puede lograr el peruano en el futuro. “Mis entrenadores creen muy fuertemente que tengo una gran proyección”, dice.
Selección y futuro
Lorenzo Belmont nació y creció en Perú, pero también cuenta con la nacionalidad española e italiana. Aun así su sueño, desde pequeño, es vestir la ‘Blanquirroja’, lo que espera cumplir próximamente. “Me decidiría por Perú 100%. Siento un amor único a la selección y me encantaría jugar por ella”, asegura.
La Federación Peruana de Fútbol (FPF) ya se ha contactado con él anteriormente para tenerlo en cuenta para la categoría Sub-17, por lo que se mantienen atentos a su crecimiento en España. Ahora el peruano solo está a la espera de uno de los llamados más importantes de su vida.
“Se han acercado a mí un par de veces, han intentado avanzar con procedimientos. Aún no sé nada, pero ojalá que algún día, si se puede, me convoquen. Me han dicho que me van a hacer un seguimiento y ya se contactaron también con el Villarreal”, revela.
En la selección, Lorenzo Belmont está bastante atento al juego de Alexander Callens. Es el jugador con quien más se identifica. “Me gusta mucho Callens. Me parece un futbolista muy contundente y con buena visión”, señala.
Mientras aguarda por su oportunidad en la Sub-17, Lorenzo Belmont sigue avanzando a pasos agigantados en la cantera del Villarreal. Su meta es debutar profesionalmente en unos años con el ‘Submarino Amarillo’ y luchará incansablemente hasta conseguirlo.
Por ahora, se siente bastante cómodo en El Madrigal y ya piensa en ganar una nueva Girona Cup, que se disputará en junio. Además de esa competición, se aproximan otros desafíos interesantes en su carrera y él está contento de poder afrontarlos.
Con solo 14 años, la joya peruana avizora un futuro bastante prometedor. Dependerá de él qué tan lejos puede llegar en Europa. Mientras tanto, el camino que ha trazado tiene una dirección muy positiva, por lo que con el ‘Submarino Amarillo’ tratará de seguir navegando a buen puerto.
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