La situación de la Premier League con el brote de coronavirus ya es insostenible. En el transcurso del jueves, la organización anunció la cancelación del partido que se iba a celebrar esta tarde entre Leicester City y Tottenham por casos confirmados en el plantel de los ‘Foxes’. Más adelante, el torneo añadió que el Manchester United y Brighton del fin de semana tampoco se jugará por nuevos positivos en el club de Old Trafford.
No obstante, el certamen británico volvió a pronunciarse con relación a otros cuatros duelos correspondientes a la jornada 18 que está pactada para jugarse el sábado 18 y domingo 19 de diciembre. El mismo escenario de los encuentros antes mencionados: el COVID-19 castiga fuerte a la Premier League.
Así, los cruces Southampton-Brentford, Watford-Crystal Palace, West Ham-Norwich y Everton-Leicester no se desarrollarán en las fechas pactadas. Enseguida, la Premier League explicó las razones que llevaron a tomar esta radical decisión.
En el caso de Brentford, que debía visitar la casa de los ‘Saints’, la nota oficial mencionó que “tiene un brote de COVID-19 en curso. Esto ha provocado que su campo de entrenamiento esté cerrado, lo que significa que no pueden prepararse para el partido del sábado”.
De hecho, el técnico del ascendido para esta campaña se pronunció sobre estos casos. “Postergar esta jornada y también la Copa de Liga daría a todo el mundo al menos una semana o cuatro o cinco días para desinfectar. Eso permitiría romper la cadena (de contagios) en todos los clubes”, manifestó Thomas Frank.
Sobre Watford que debe recibir a Crystal Palace se indicó que “también continúa teniendo un brote en curso, lo que resulta en el cierre de su campo de entrenamiento y tiene un número insuficiente de jugadores disponibles para cumplir con su partido”.
Mientras que la situación de Norwich, que iba a visitar a West Ham, es igual de compleja porque “tiene un número insuficiente de jugadores disponibles para cumplir con su partido debido al COVID-19, lesiones y otras enfermedades”, dice el comunicado.
Finalmente, lo ya conocido en Leicester, no juega este jueves con Tottenham (otro afectado la semana pasada) y el domingo en casa de Everton por “un brote de COVID-19 dentro de la plantilla que ha dejado al club con un número insuficiente de jugadores disponibles para cumplir el partido. El campo de entrenamiento del primer equipo del club se cerró esta mañana para ayudar a contener el brote”.
Los partidos Tottenham-Brighton, Brentford-Manchester United y Burnley-Watford fueron los primeros que suspendió la Premier League por causa del coronavirus.