Cuando todo parecía decidido para un nuevo triunfo de la Juventus, el técnico Andrea Mandorlini del Hellas Verona hizo un último cambio en su equipo que fue decisivo en el resultado final: a los 86’ envió al campo al argentino Juan Ignacio Gómez en reemplazo de Fabrizio Cacciatore y ocho minutos después el sudamericano provocó el enloquecido júbilo del entrenador y sus compañeros de equipo.
A los 94’, tras un centro desde la derecha, Juanito Gómez se elevó primero que todos y metió un frentazo que se coló en el arco de Gianluiggi Buffon. Ese fue el 2-2 definitivo que causó un festejo realmente desenfrenado del técnico Mandorlini de 53 años. Y no era para menos, un equipo modesto que ocupa el quinto lugar del Calcio italiano se agigantó ante el líder absoluto de la Serie A.