Nadie entiende por qué Ponce se encuentra en la banca. Entra solo unos minutos y se nota a kilómetros de distancia que es el distinto de los íntimos. Toca, corre, amaga, centra, hace todo casi bien a diferencia del resto de jugadores como el caso del uruguayo Gabriel Costa, quien tuvo ayer un par de oportunidad y las desaprovechó con unos remates tibios y otros falta de precisión.
Alianza Lima empató 0-0 con León de Huánuco en Matute y vuelve las mismas interrogantes de hace algunas fechas atrás. ¿Le conviene jugar a los íntimos con un equipo que contragolpea? Parece que no. Salvo unos disparos de Aguirre y Albarracín, el equipo de Guillermo Sanguinetti no fue nada claro y no tuvo volantes de creación a la altura del partido. Mauricio Montes incluso salía de su zona, a la banda derecha e izquierda, y ¡centraba!
León, por su parte, estuvo más sólido en defensa. Contreras y Espinoza se comprendieron bien durante los 90 minutos, Preciado fue un volante peligroso por la banda derecha, Santamaría crece partido a partido, la pasa y juega en profundidad, y si no hubiese sido por las malas decisiones de Fano en el área, el equipo de Wilmar Valencia se hubiese llevado un triunfo en casa.
Alianza tiene muchas cosas que corregir. No solo en el ataque, también en la defensa y en la volante. Como muestra, parece un equipo que contragolpea mejor de lo que decide cuando tienen el control del balón. Ahora suman 14 puntos, tres menos que el Aurich, que cayó hoy en la altura de Ayacucho. Habrá que reformular si se busca el liderato del Grupo A.