Hay tres Carlos Galván que el Perú conoce: el joven central que vino con Racing a jugar esa semifinal histórica de Copa Libertadores en el 97, el back de pelo largo que fue jefe de la ‘U’ campeón con Gareca y Reynoso y el técnico que se quedó a radicar en el país y que hoy espera una chance para poder dirigir. Tras su experiencia como entrenador de UTC en 2014, Carlos ya no es solo el Negro: hoy es el profesor Galván. Y tiene la suficiente autoridad para hablar del partido entre Cristal y Racing de esta noche.
El Racing que vino en 1997 tenía una defensa muy joven (Ubeda y tú). ¿Eso influyó en el resultado final?
No, pienso que no tiene nada que ver una cosa con otra. En su momento, en ese partido, Cristal fue superior a nosotros. Para qué mentir a la gente. Fue muy superior y ya. Por eso ganó ese partido.
Pero Ubeda sí era un referente importante para ti.
Claudio era joven, uno o dos años más grande que yo. Éramos dos pibes que jugábamos en la Primera de Racing por mérito. Él venía con una cierta experiencia de México, es verdad. Pero me tocó jugar con Gustavo Costas, con Cacho Borelli, dos hombres más grandes que uno de los que se aprende muchísimo. Luego jugué con Marcio Santos, el campeón mundial, en Brasil. De ellos uno aprende que el back tiene que ser influyente en el juego, y también en los demás compañeros.
¿Ese Cristal de 1997 jugó un partido 10 puntos?
Sí, es verdad. Todos. Hay partidos que son redondos y a ellos les salió perfecto esa noche. Nosotros quisimos mantener el resultado con el 1-1 pero después vino el segundo gol de Cristal y ya no pudimos sostener. Fue así la historia.
¿Te parece que se puede comparar ese partido con el de esta noche?
No, para nada. Son épocas distintas, y jugadores distintos. Capaz nosotros, a comparación de este Racing de Cocca…, este Racing es mucho más vertiginoso. Hay que ver cómo lo demuestra aquí en Perú, también. Para mí pecó de confianza en Argentina, dejó que el partido corra y perdió. Es lo que vi por la televisión.
¿El resultado final en el Cilindro te sorprendió?
No. Racing sentía, me parece, que podía depender de Bou, que hacía un gol, dos y ya cerraba el partido. No sucedió eso porque Cristal tuvo un ritmo de juego y un trabajo parejo en todas sus líneas, y no solo defensivo. El gran mérito de sus jugadores es haber entendido el mensaje de Daniel (Ahmed) y que él lo haya hecho entender.
Tú fuiste compañero de Irven Ávila en la 'U', quizá el jugador más táctico del partido en Argentina.
Irven los corrió a todos, es la verdad. Pero los demás jugadores hicieron un partido redondo. Es así como se compite en Copa Libertadores. Hasta que el mensaje se entienda, así es. Yo creo que si corren todos, entre todos y por todos, las cosas pueden salir mal o bien, pero la entrega y la idea nunca se va a traicionar. Y el técnico siempre se va a ir contento.
¿Cristal es hoy el mejor equipo del campeonato peruano?
Sí. Va a dar pelea en el torneo y en la Copa. Más allá de haber perdido con Aurich el domingo, el entrenador sabe con qué jugadores puede contar para armar sus equipos. La prioridad es la Libertadores, uno lo intuye por los jugadores que pone.
¿Eres de los técnicos que defiende la idea de juego por sobre todo?
Sí. Hay que convencer a los jugadores. Pero también tengo bien puesto en la cabeza que cada partido es una historia diferente. No puedes poner el mismo planteamiento siempre, sobre todo si tienes factores geográficos como en el Perú, que sí influye. A los 20 minutos en altura no puedes presionar como en el llano porque tu equipo se cae. La idea se sostiene con trabajo y más trabajo. No se trata de una sola cosa. No funciona así el tema. Lo aprendí de Basile, Parreira, Gareca y Juan Reynoso.