ADFP indicó que detención judicial de Edwin Oviedo daña la imagen del fútbol peruano. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
ADFP indicó que detención judicial de Edwin Oviedo daña la imagen del fútbol peruano. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
Ricardo Montoya

Lo único positivo de que ciertas heridas supuren es que evidencian una infección. Ante la aparición del pus ya no se puede negar la gravedad de la enfermedad y el paciente está obligado a ponerse en tratamiento de inmediato. En ocasiones, la parte del cuerpo afectada está tan comprometida que se ha necrosado. En este caso el proceso es irreversible; las células de ese sector están muertas y para evitar que la infección continúe extendiéndose por todo el resto del organismo lo único que procede es amputar la parte infectada.

El método a seguir es radical y presenta secuelas, sobre todo psicológicas, pero es efectivo en un alto porcentaje de emergencias. La vida, ya sin el agente contaminante, vuelve a abrirse paso. En nuestro país, esto es lo mismo que está ocurriendo con algunos aspectos de la política y del fútbol nacional.

La columna que usted está leyendo iba a encargarse, en principio, de analizar el “milagro” croata del 2018. Se trataba de explicar cómo un país con apenas cuatro millones y medio de habitantes, había logrado convertirse en una potencia deportiva. A su ya conocido linaje en el baloncesto, “los dálmatas” le agregaron esta temporada la Copa Davis del tenis, el subcampeonato mundial de fútbol y el hecho de que uno de los suyos, Luka Modric, haya resultado elegido el mejor jugador del planeta en los premios The Best y Balón de Oro. La nota mencionaría que fueron ellos quienes inventaron la corbata.

Esa era la idea original, sin embargo, dos hechos han cambiado el rumbo de este escrito. El miércoles por la noche, a la altura del puente Atocongo, José Marina, joven jugador de Alianza Lima, fue masacrado por un grupo de vándalos que, curiosamente, no le sustrajeron ninguna de sus pertenencias. Algunos indicios apuntan a que la paliza se la propinaron algunos supuestos hinchas de la ‘U’. Se trataría de las mismas personas que en el camino a Arequipa lanzaron unos proyectiles a los buses llenos de parciales íntimos.

La otra noticia, que también alteró el norte de esta nota, tiene que ver con lo absurdo del Caso Oviedo. El personaje de marras está detenido por la justicia en una instancia preliminar y, sin embargo, la ley que lleva su nombre todavía continúa vigente.

Lo más triste de todo es que este “señor” no supo dar el paso al costado cuando tuvo que darlo. A esta altura, y aun cuando más adelante llegue a comprobarse su inocencia, queda claro que no debió arrastrar a la Federación a este desprestigio. Queda claro, también, que no debieron permitírselo. Después de la clasificación al Mundial, en la que el mismo colaboró, Oviedo acaba haciendo noticia internacional por aspectos legales.

“Detienen al presidente de la Federación Peruana de Fútbol” es el eco de la noticia. Su nombre: Edwin Oviedo Picchotito viene después, pero primero y en todas partes, hablan del Perú. Y no son “flores” precisamente. Lo único positivo de que ciertas heridas supuren es que evidencian una infección. Para sanar, es obligatorio eliminar todo lo que le hace daño a nuestro cuerpo. Suele doler, pero cuanto antes empecemos, más rápido estaremos recuperados.

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