"En defensa de Sporting Cristal", por Horacio Zimmermann
"En defensa de Sporting Cristal", por Horacio Zimmermann
Horacio Zimmermann

jugó ayer con tres jugadores que no pasan los 20 años en la defensa (Abram, Cossio y Estrada). No es un mérito, es una realidad para tomar en cuenta en el análisis final. El equipo trató de fomentar un estilo, pero no logró imponerlo del todo en la Copa. Jugó de igual a igual con sus rivales en todos los partidos. De local y de visita. Dominó más de lo que esperó para ver qué pasa. Optó por sorprender en lugar de evitar ser sorprendido. Corrió con la pelota más que sin esta.

Para mí merecía estar en octavos de final porque quiso demostrar que se puede jugar de igual a igual y desbaratar la cultura mediocre del futbolista peruano del miedo a perder, inculcado desde la formación por quienes lo enseñan (los mayores). Más allá de resultados, yo prefiero ser eliminado respetando mi convicción que clasificar sin saber cómo, sin una idea desde la cabeza.

Ahmed se equivocó, sí. Y los jugadores también. Y el equipo no superó las circunstancias en determinadas ocasiones. Le faltó contundencia en ataque y confirmó la debilidad de su montaje defensivo, pero no fue menos que sus rivales. Tampoco superior. Fue de más a menos. Conforme los rivales lo estudiaron, supieron detenerlo. Es negativo que Cristal no haya podido ganar de local. Es un demérito que no haber podido trasladar el dominio al resultado, sí.  Eso no se discute. Allí debe corregir.

Pero lo que valoro del equipo es haber tenido la intención de cambiar la cultura del fútbol peruano que nos tiene hace veinte años educando jóvenes por el lado de la cobardía, víctima de los adultos. ¿Perdió? Sí, quizá el más decisivo, con Racing. ¿Fue eliminado? Sí, como pasa con Cristal desde la Copa desde hace diez años. ¿Impuso sus reglas de juego, dejó una idea? Sí, y este es su legado. Defendió a partir de atacar, y enseñó que se puede jugar en igualdad de condiciones pese a tener menos presupuesto y menos nivel de jerarquía individual. Mental y futbolística.

La esencia del estilo la mantuvo: tratar de dominar al rival en su campo. Sé que en el fútbol la única defensa es el triunfo, pero siento que Ahmed se reprochará algo el día que les diga a sus jugadores que van a esperar atrás para ver qué consiguen. Eso hizo Perú en los últimos veinte años. Y esa es la cultura de hoy de nuestro fútbol, una que ha construido el miedo a perder.

Yo prefiero morir en el intento como valiente, antes que vivir como cobarde por no haberlo intentado nunca. En el Perú existe una tendencia a desprestigiarte, ofenderte, solo porque perdiste. En cualquier cosa puedes ganar o perder, lo importante es creer en tu método, tus convicciones, los recursos utilizados, la dignidad con la que caminas hacia el objetivo. Ahmed puede tener el insomnio de la derrota. Pero no el de que nunca va a ganar nada en la vida.

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