El encuentro entre Alianza Lima y Melgar estuvo marcado por varias jugadas polémicas, lo que dejó al equipo rojinegro inconforme con el arbitraje encabezado por Bruno Pérez. Desde los jugadores, pasando por el entrenador, hasta el dueño del club, todos expresaron su descontento con las decisiones arbitrales durante el partido.
Jader Rizqallah, máximo inversionista de Melgar, manifestó su frustración en la zona mixta tras el encuentro, afirmando: “Hay que matar al jugador para que nos cobren un penal”. Ningún jugador quiso hablar con la prensa, y solo se escuchó el malestar de Rizqallah mientras abandonaba el estadio.
La jugada mencionada por el dueño del equipo arequipeño involucró a Carlos Zambrano y Jean Pierre Archimbaud. Se disputaba el primer cuarto de hora del partido cuando un balón llegó al área blanquiazul. Zambrano rechazó el esférico, pero en su acción terminó pisando al volante rojinegro, quien se había lanzado en una barrida.
El árbitro Bruno Pérez fue avisado por el equipo del VAR para revisar un posible penal sobre Archimbaud. Tras varios segundos de revisión, Pérez determinó que no hubo falta, lo que generó el reclamo de los jugadores y el cuerpo técnico dirigido por Marcos Valencia.
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