Marco Quilca León

Después de anotar un gol, Roberto Silva usaba sus dos manos para formar un rifle y disparaba al infinito. El ‘Francotirador’ le decían cuando vestía de corto. Siete veces campeón nacional, llevó su clásico festejo a cinco países distintos. Pero hoy, con 46 años, egresado en Economía y desde hace casi siete años al mando de la Agremiación de Futbolistas del Perú (Safap), el exgoleador ve con preocupación el daño que la “guerra” -como él lo llama- por los conflictos de TV le está causando al fútbol peruano.

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