FBC Melgar nos ha devuelto la alegría: luego de clasificar este miércoles a cuartos de final de la Copa Sudamericana por primera vez en su historia, también se analizan otras ganancias: los premios de Conmebol, por ejemplo. ¿Cuál es la explicación sobre este triunfo en la cancha y en la tesorería?
Los premios
Miles de arequipeños amanecieron hoy mirándose al espejo. Primero, para reconocer en ellos tanta alegría, y luego, para buscar la mejor combinación de camisa o vestido que vaya hoy con la camiseta del Melgar. La Plaza de Armas -me explica mi querido amigo Jorge Jiménez, el periodista que más sabe del Rojinegro, desde el tiempo en que a nada clasificaba- hierve. O como dice él, “erupciona”. Tiene razones poderosas: Melgar venció a Deportivo Cali 2-1, está en cuartos de final de la Copa Sudamericana 2022 y sobre sus espaldas carga con lo último de esperanza que nos quedaba, tras la eliminación de Qatar. Eso no se puede medir con números, solo con sonrisas, lo que no significa que Melgar pueda hacer sumas y restas en su tesorería: de momento, el campeón del Apertura ha asegurado 2.225.000 dólares con su participación en Copa Sudamericana. Son 225 mil por la primera fase, 900 mil por la fase de grupos, 500 mil por llegar a octavos y ahora 600 mil por clasificar a cuartos de final. Sin contar la última taquilla: 250 mil dólares. Y la que falta para el choque contra Internacional de Porto Alegre, el próximo 3 de agosto.
Las estadísticas
Este Melgar de los milagros también se explica en estos bullets: es la primera vez que FBC Melgar logra clasificar a cuartos de final en un torneo internacional en toda su historia, 107 años. El equipo que formó Néstor Lorenzo y ahora dirigirá Pablo Lavallén registra 14 partidos de local en este torneo y el saldo es brutal: sumó 11 triunfos, dos empates y solo una derrota. Anotó un total de 24 goles y recibió solo 7. “Una locura”, escribe Jesús Chirinos, joven estadístico peruano que siguen Ibai Llanos y Gerard Piqué, por ejemplo. En su cuenta Son Datos No Opiniones (en TW @sondatos_noop), explica además la campaña del equipo peruano más sólido del 2022. El más contundente. Ganó el Apertura, está en cuartos de final, ganó todos sus partidos de local, anotó 24 goles y solo le hicieron 3 y de 28 partidos jugados en el año, en 16 ocasiones no le hicieron un gol. Pruebas de un cuadro serio, que tiene tres futbolistas base cuya presencia nunca baja de los 7, 8 puntos: Cáceda en el arco, Chaka Arias en el medio y Cuesta, ese prócer, de cara al gol.
La administración
Pronto, muy pronto, faltarán plazas en Arequipa para levantar las estatuas de Bernardo Cuesta. Pronto, nacerán más Alec (por Deneumostier) y habrá más Lorenzos (por el técnico que se va), en una ciudad absolutamente regionalista, que se reconoce diferente a todas en el país y que hoy, gracias al fútbol, adquiere un reconocimiento sudamericano que antes solo le permitía, no sé, la majestuosidad del Misti. Es la influencia invisible de un equipo que no es máquina ni luce demasiado, pero que entiende el juego a partir de tres detalles notables: solidez defensiva -y una altura promedio que supera el 1.80 entre Galeano, Deneumostier, Reyna y Ramos-, un medio explosivo que comparten Arias y Orzán, todo el tiempo sacrificado, y contundencia en el arco rival. Pero esos son los 90 minutos. Cuando se apagan las luces de la UNSA, empieza el trabajo de dos hombres clave a quienes casi no se le conoce el rostro y de quienes no existen fotos en el archivo: Jader Rizqallah, que es el acreedor mayoritario en la institución, y el administrador Ricardo Bettocchi. Melgar es un club que no paga millonadas pero paga puntual. Que en cinco años no ha perdido un solo punto por deudas -que las tenía-. Que se da el lujo de retener a Bernardo Cuesta pese a las ofertas promesa de Lima. Y que protege el proyecto de menores con Marco Valencia con el objetivo de volverse un club formador/vendedor, más que comprador.
Por supuesto, no es Disney. No tiene estadio propio, no tiene complejo deportivo, pero ni siquiera Alianza o Cristal cumplen con ambos requisitos. “El club tiene un terreno amplio, de varias hectáreas, en Yarabamba donde se pretendía hacer un estadio, pero no hay agua”, cuenta Jorge Jiménez, periodista de Radio Yaraví, melgariano de niño. El tránsito de club a institución debe ser por allí. El verdadero milagro es ese.