La mayoría de personas no quiere a Manuel Burga. Las cifras de las encuestas no mienten y los números son inabordables. El 93% de peruanos desaprueba la gestión del presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). De hecho, el clamor popular es: con tal de ver a Burga fuera de la Videna, no importa que la FIFA nos excluya. Y piden la injerencia del gobierno peruano. Más aún luego de lo visto ayer, cuando la Asamblea de Bases presidida por Burga postergó las elecciones presidenciales.
Llevar a cabo esta misión que tiene como fin derrocar al presidente de la federación implica tres cosas:
1. Perú se olvida de disputar cualquier competencia organizada por la FIFA, llámese Eliminatorias, Mundial, Sudamericano Sub-20, Sub-17, Libertadores, Sudamericana, etc.
2. Se acaban las transferencias de jugadores por ser exclusivas de la FIFA. Todos, en absoluto, pasarán a tener condición de libre. Ejemplo: si mañana Colo Colo quiere comprar a Edison Flores, negociará con él directamente y la ‘U’ no recibirá ningún dinero.
Por este motivo, Universitario, Alianza Lima, Cienciano y Melgar tendrían que ser liquidados. Al no tener más ingresos por televisión, transferencias y formación de jugadores, los equipos ya no tendrían ingresos para el plan de reestructuración.
3. Pueden pasar uno, dos, tres o hasta diez años, quizás días o meses, pero la única manera de volver a afiliarte a la FIFA tras haber sido excluido por injerencia gubernamental es bajo el mandato del presidente que fue derrocado: en este caso, Manuel Burga Seoane.