Antes de que apareciera la gambeta endemoniada de Cristiano Ronaldo, había un tal Luis Figo que ya deleitaba a Portugal y al resto del mundo con un dribling imparable. El exjugador e ídolo del fútbol luso cambió la imagen que se tenía del futbolista portugués en la década del noventa. Antes de que los ojos del deporte rey se posaran en ‘CR7’, Nani, Ricardo Quaresma, Deco y toda la camada de cracks que vinieron después, todo el poderío portugués a nivel selección se resumían en Figo, y en un Rui Costa que regalaba calidad. El resto de aquel equipo era batallador y nada más. Hoy el ex-Real Madrid cumple 47 años. A continuación recordamos el pasaje más sombrío de su carrera, el mismo que es considerado como una de las más viles traiciones en el mundo del fútbol.
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Entre 1994 y 1999, el exfutbolista portugués fue idolatrado por los fanáticos del Barcelona. Con la camiseta azulgrana no solo tuvo un gran rendimiento, además fue capitán y ganó siete títulos. Sin embargo, pasó de ser uno de los jugadores más queridos por el Camp Nou a uno de los más odiados en el verano del 2000. En su momento, Figo aseguró públicamente que nunca se iría al Real Madrid y que solamente jugará por los culés en la liga española.
Pero aquel juramento de amor eterno hacia los colores del Barza se convirtió en su cruz meses después, cuando fue presentado en el Santiago Bernabéu como refuerzo merengue por todo lo grande. El Real Madrid de Florentino Pérez pagó la cláusula de rescisión de 61,7 millones de euros y el portugués se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol en aquel momento.
Desde entonces, cada vez que Luis Figo visitaba el Camp Nou era recibido con pifias e insultos por parte de la afición culé, que se mostraba dolida y traicionada por el portugués. Incluso, hubo clásicos en donde a Figo le cayeron todo tipo de objetos lanzados desde las gradas por hinchas enardecidos.
Este comportamiento violento era (es) poco habitual en una liga que se caracteriza por el buen comportamiento de simpatizantes. Pero el hincha blaugrana estaba dolido y decepcionado, dicha infidelidad provocó que saliera a relucir su peor cara."Fue buscar un cambio de reconocimiento. Siempre se busca mejorar e incluso económicamente. Otro cambio que buscaba era tener mi felicidad futbolística", justificó así Figo su paso al Real Madrid, ya muchos años después del retiro de la canchas.
Pero este polémico capítulo entre la historia de los dos equipos más grandes de España no era la primera ni sería la última. Seis años atrás, el danés Michael Laudrup, muy querido también por los fanáticos catalanes, también fue fichado por los blancos, aunque ese traspaso no generó tanto odio como el de Figo, que se encargó de echarle más sal al corazón herido de los catalanes con su inesperada marcha al archienemigo de toda la vida.
Muy aparte de aquel episodio, las personas de su entorno aseguran que Figo tiene el don de gente. Es un hombre solidario que se siente comprometido con los problemas sociales, rechaza públicamente las drogas y las guerras. Contradictoriamente a su forma de ser, el portugués fue uno de los encargados de arrojar más leña al fuego del conflicto histórico entre hinchas del Barza y del Madrid. Figo no solo será recordado por su talento dentro de la cancha, sino también por haber sido uno de los pocos futbolistas que pasó en poco tiempo del cielo al infierno y de héroe a villano.