Fernanda Kanno se encuentra compitiendo en el Dakar 2020 | Foto: AP
Fernanda Kanno se encuentra compitiendo en el Dakar 2020 | Foto: AP
/ Amr Nabil
Christian Cruz Valdivia

Si bien los campamentos del Dakar son una burbuja en Arabia Saudí, no hay que ser mago para saber que afuera las mujeres siguen sin ser vistas como los hombres. Siempre hay lugares destinados para ellas en los restaurantes, universidades, salones de rezo ‘for ladies’ e incluso tienen casi nula presencia entre los trabajadores locales que tienen que ver con el rally.

Pero hay una mujer que se destaca en la ruta del Dakar y sin estar subida en un vehículo. Jutta Kleinschmidt es la única piloto en ganar el rally. Lo hizo en el 2001 entre París y Dakar (Senegal) en un Mitsubishi. Ahora regresa a la carrera como representante de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Su objetivo es que la prueba sea parte del Mundial de Cross Country en un futuro cercano. “Estamos trabajando en esa idea con las regulaciones y estamos bien”, cuenta.

Jutta mantiene el entusiasmo por las carreras y ha estado presente en algunos puntos de la ruta, en las partidas, y camina por el campamento todo el tiempo. Su presencia debe motivar a las mujeres, y más a quienes compiten en la prueba que empezó con 12 damas. “Espero que en el futuro sean más. Son más de las que corrían en mis tiempos, pero no es suficiente, se necesitan más”, señala. “Se necesita que peleen por las victorias”, añade.

En el mundo femenino del Dakar, la peruana Fernanda Kanno es una figura que no deja de llamar la atención. “Mi competidora favorita”, dijo la presentadora de la rampa de salida en Jeddah, y ahora ya está en Riyad para disfrutar del día de descanso. Y eso es lo que felicita Jutta. “Es muy bueno que esté acá, porque es importante mostrar que hay mujeres de distintos países en la competencia”, señala cuando le decimos que viene desde el Perú.

Y no solo eso, es la única latinoamericana. “Si es la única de todo un continente, es fantástico que esté acá y lo esté haciendo muy bien”, puntualiza. Se le nota contenta al hablar de mujeres en el rally, pese a que tras su victoria no ha habido otra que sea capaz de igualarla.

Ganar resulta complicado no solo por la rudeza de la prueba, sino por los factores que existen detrás de ella, y hacia eso apunta Kleinschmidt. “Yo analizo por lo que viví. Se necesita un buen equipo, un buen copiloto y todo eso, pero también que cada una de las mujeres progrese. Hay quienes tienen mucho talento, pero se necesita más. En cross country se requiere mucho más. Quizás sean buenas manejando, pero no en mecánica; entonces, hay que trabajar en ello”, sentencia.

Jutta ha sabido llevar la bandera femenina a lo más alto del Dakar, y Fernanda, los colores nacionales al competir en un país donde todavía no existe la igualdad.



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