Los fanáticos de la NBA, y en especial de Michael Jordan, están fascinados con el documental ‘The Last Dance’ que ofrece Netflix, pues se están enterando de nuevos detalles sobre la vida de una de las leyendas vivas del baloncesto mundial. Sin embargo, lo que hasta ahora más ha llamado la atención son las revelaciones de Marcus, uno de sus hijos.
Como bien se puede apreciar en el documental, Marcus y Jeffrey, su hermano, conviven en la intimidad del equipo de los Chicago Bulls. Es por esa cercanía, que el primero de ellos habló con conocimiento de causa sobre diversos temas relacionados a su famoso progenitor.
El segundo hijo de Michael y que lo acompaña en la gerencia de los Charlotte Hornets, franquicia que Jordan adquirió en el 2010, contó que a él le hubiese gustado seguir los pasos de su padre, pero llevar el apellido era demasiada presión. Eso le sucedió a su hermano mayor (Jeffrey) y él no quiso experimentarlo. Apenas tuvo un opaco paso por el University of Central Florida (UCF).
“Cuando era más chico tenía cierta presión, pero no era algo que me avergonzara. Yo tuve el privilegio de ver a mi hermano, que es dos años mas grande que yo, y él pasó la peor parte. Pude verlo y asumir que era lo que iba a pasarme a mí”, comentó en una entrevista para el medio estadounidense TMZ.
El importante rol de su madre
Marcus, de 30 años, también dijo que cuando “estaba en la escuela secundaria, alrededor de sexto y octavo grado” recién tomó conciencia de quién era su padre. Asimismo, mencionó que fue gracias a su madre que él y sus otros cuatro hermanos siempre mantuvieron los pies en la tierra.
“Nos criaron de manera relativamente normal. Digo ’relativo’ porque no tomé mi primer vuelo comercial hasta que estaba en la secundaria. Crecí jugando a la Playstation en un avión privado, así que no es normal. Pero mi madre es del lado sur de Chicago, por lo que se aseguró de que tengamos siempre los pies en la tierra y visitáramos a nuestros primos. Tuvimos una educación algo normal, yendo a la escuela pública, etcétera”, apuntó.
En la misma charla, Marcus Jordan lamentó que debido al éxito de su padre muchos hayan intentado aprovecharse de ellos. “Lo negativo, o lo peor, sería tener que actuar bajo el supuesto de que la gente siempre quiere algo de ti. Ya sea un zapato de Jordan o una conexión de algún tipo. Tienes que esperar que la gente venga con las manos extendidas. Ese es probablemente el único problema”, remarcó.
Cabe destacar que en la actualidad Marcus es, desde 2016, dueño de una compañía de venta de calzado, la cual decidió abrir un 23 de mayo como un homenaje al número que inmortalizó su progenitor, el astro de la NBA Michael Jordan.