Los caminos de Raúl Orlandini lo conducen directamente al podio. Junto a Jhon Navarro ganó por segundo año consecutivo Caminos del Inca y esta vez como piloto, ya que el año pasado estaba inscrito como navegante. Es su tercer título y lo celebra más porque en competencia estuvieron Nicolás Fuchs y José Luis Tommasini, quienes ya habían triunfado dos veces en la prueba.
—¿Qué sensaciones te quedaron tras ganar Caminos?
Se acabó el estrés. Estamos contentos porque es bonito ganar una carrera tan difícil.
—¿Ganar el año pasado te dio la confianza de que podías volver a lograrlo?
Ganarla un año te da la tranquilidad de que ya la ganaste, y no siempre se puede ganar dos veces seguidas. No te presionas y estamos contentos por el equipo en general.
—¿Cómo te sentiste en la carrera?
Ha sido una muy distinta a la del año pasado, donde la gente salía a cuidar el auto. Ahora la mentalidad fue de salir a fondo y no guardarse nada. Nico Fuchs hacía que el ritmo de carrera sea más rápido desde el inicio.
—Fue muy competitivo con tantos buenos pilotos...
Claro. La diferencia ha sido muy corta en cada especial. Ha sido muy intenso con José [Tommasini] y Nico, que estaba rápido en todo los primes. Con Castro [Yangali], con [Ronmel] Palomino. No había un puntero claro. Las ventajas se fueron construyendo minuto a minuto.
—Estaba apretado entre tú y Tommasini hasta que él pierde 10 minutos por frenos antes de llegar a Ayacucho.
Pero antes, hasta Andahuay-las, veníamos solo a 25 segundos de él, que no es nada después de 10 horas de la carrera. Ha sido alucinante el ritmo.
—¿Te daba seguridad que se defina en asfalto entre Huancayo y Lima?
Nuestra puesta a punto era muy rápida para asfalto y apuntamos a que si había que definir, que se hiciera en Huancayo-Lima porque sabíamos que teníamos un auto muy rápido. En tierra perdíamos, pero llegamos con 7 minutos de ventaja y fuimos más tranquilos.
—¿Se puede hablar de pilotos de tierra o de asfalto?
Entre Nico, José y yo la diferencia era mínima. Era más cuestión de cómo administrábamos las llantas. José se la jugó en tierra, yo en pista, donde él se complicó.
—¿Que Fuchs se haya retrasado en la primera etapa cambió los planes del resto?
Que se haya quedado no fue lo más cómodo para nosotros porque luego salió a demostrar que era más rápido, arriesgó más. Sin embargo, no hizo una gran diferencia. No tenía nada que perder y salió con todo.
—Ha sido un Caminos distinto, digamos más tranquilo.
Gracias a los pilotos se hizo una carrera muy limpia. Es la primera vez en años que no ha habido peleas ni nada por la madurez de todos.
—Además, Caminos está muy condicionado.
Nos hemos puesto la camiseta en hacerlo lo más limpio posible porque no queremos que se pierda por malas decisiones. Caminos no aguanta una polémica más, por eso la carrera ha levantado mucho.
—¿Era un paso que necesitaba el automovilismo peruano?
Para el 2018 creo que se va a volver a lo que era antes. Hay que esperar cómo se plantea el grupo de trabajo de la federación. Quizás el próximo año puede verse un mejor campeonato nacional.
—¿Qué planes tienes después de tu tricampeonato?
Vamos a correr el Nacional y el próximo Caminos. Hemos decidido tomarnos dos años para rehacernos y poder correr afuera en el 2019. Hoy Caminos es la prioridad.