No existió un día en que Beto da Silva dejará de soñar con un retorno a la selección peruana. Ni siquiera las constantes lesiones, que lo perturbaron durante los últimos meses, quebraron su anhelo más preciado. “Sabía que me iba a recuperar y que iba a salir de esto”, cuenta el joven delantero peruano de 22 años que encontró tranquilidad y paz interior, en medio de tanto infortunio, gracias a la religión. “Desde que decidí entregarle mi vida a Dios, las cosas han cambiado para mejor”. Hoy la vida le muestra el lado más feliz y le ha dado una nueva oportunidad de vestir los colores rojo y blanco que tanto ama. Lo único que le queda es esperar el momento en que ingrese al campo de juego. Aunque ese pequeño detalle no es nada a comparación de todo lo que tuvo que superar.
¿Por qué fichaste por Lobos BUAP?
Fue una decisión junto con Tigres. Quería ver un equipo en donde iba a tener más protagonismo. El técnico de Lobos me había pedido y eso fue un gran motivo por el cual decidí fichar, porque sabía que iba a tener más continuidad.
¿Cómo ha sido tu proceso de adaptación en Lobos BUAP?
Bien. Es un lindo club, muy organizado. El grupo es muy lindo y pude adaptarme muy rápido.
¿Alejandro Duarte es un gran soporte dentro del equipo?
Sin duda. Nos hicimos muy buenos amigos. Siempre estamos juntos conversando. Y claro que es un soporte fuera de la cancha. Es importante también como todos mis compañeros.
Alejandro Duarte en una entrevista con El Comercio comentó que siempre te ha brindado consejos…
Siempre. Él sabe que yo también estoy para apoyarlo. Sin duda que pronto dará mucho que hablar, porque es un gran arquero. Si no está tapando es porque el que es titular viene muy bien.
¿Existió el interés de Alianza Lima para contratarte durante los últimos meses?
En Perú no solamente me llamó Alianza Lima sino también otros clubes, pero opté por no regresar porque todavía tengo [capacidad] para jugar afuera y Tigres prefirió que siguiera jugando en México para seguirme de cerca.
Dejas entrever que retornar al Perú sería como una especie de retroceso…
No creo que sea así, porque hay muchos [futbolistas] que les ha tocado regresar a la misma edad y han vuelto a salir y regresaron arriba. Así que no lo considero un retroceso, pero la decisión fue de Tigres, que quería mantenerme cerca.
¿Crees que haberte enrolado a Alianza Lima hubiera sido una traición a Sporting Cristal?
No lo veo así, porque nosotros somos jugadores. En Cristal habían muchos jugadores buenos. Todo eso tiene que ver. No creo que sea una cuestión de traición, porque en Cristal saben que es mi casa. Es un club que amo mucho. Si en algún momento me toca irme a otro equipo de Perú será capaz porque ahí hay muchos delanteros y no me necesitan. El fútbol tiene muchas cosas.
¿La gran cantidad de atacantes en Tigres generó que te marcharás a Lobos BUAP?
Sí, sin duda. Tigres es un club muy grande y con un poder económico muy alto. Entonces ahí tienen jugadores muy buenos y me iba a costar un poco más. Lo que yo necesitaba a mi edad era ser titular y protagonista. Me di cuenta que iba a ser complicado, porque habían jugadores con demasiado nivel. Por eso opté por el préstamo.
¿Qué aprendiste en el corto tiempo que entrenaste con Tigres?
Siempre trato de aprender en cada club que paso. Me ha tocado estar en buenos equipos y grupos. Aprendí mucho en el tema de posicionamiento y observé a los futbolistas de mucho nivel.
Con la regularidad en Lobos y el último gol concretado ante Pumas, ¿has vuelto a disfrutar jugar al fútbol?
Sí. Hubo un tiempo en el que no me encontraba. Me sentí medio perdido, pero sabía que esto en algún momento iba a cambiar y que iba a volverme a sentir feliz. Eso me tocó ahora gracias a Dios. Ahora sí disfruto el momento y siempre trató de seguir mejorando.
¿Era un suplicio jugar en años anteriores?
Sí, era complicado. Nunca llegaba a tener una regularidad. Siempre que sentía que las cosas caminaban para bien, me terminaba pasando algo. Por eso a mí me costaba, pero gracias a Dios ya pasaron esas lesiones y ahora puedo tener continuidad. Espero que nada me pase.
¿En qué momento asumiste que tus lesiones eran un verdadero problema en tu carrera?
Cuando empecé a tenerlas seguido. Yo he tenido lesiones, más que nada musculares. No entendía el porqué. Traté de hacer todo para no tenerlas. Me cuidaba y aun así las tenía; se me había hecho un hábito. En cada balón que disputaba tenía miedo que algo me pase. Pero bueno, eso ya es historia antigua. Ni me acuerdo de eso. Ahora estoy feliz.
¿Los médicos que te revisaron llegaron a detectar el origen de los problemas musculares que padecías?
No. Nunca pude conocer el motivo. Yo pensé que estaba mal y lo corregía en temas alimenticios y de mayor descanso. Creo que por ahí se me fue dando y pararon las lesiones. Estoy también muy agradecido con Dios, porque puedo estar sano.
¿Los clubes por los que atravesaste esta terrible experiencia te dieron la mano?
Sí. Todos me dieron la mano. En el PSV no me tocó lesionarme tanto. Ahí pude tener más regularidad. Sinceramente lo que me costaba eran las lesiones, no ningún tema futbolístico. No podía completar algún partido o entrenamiento. En los demás clubes me ayudaron. Trataron de llevarme bien.
¿Te desestabilizaste emocionalmente por las lesiones y los reproches de los hinchas?
No. Las críticas siempre van a existir. Me tocó quizás destacar de alguna manera muy joven; entonces sabía que esto iba a ser así. Capaz creé muchas expectativas o hay muchas expectativas, pero eso más que todo me pone feliz. Cada comentario trato de llevarlo de la mejor manera, porque sé que quizás hay gente que espera mucho. Solo trato de dejar pasar las críticas y los buenos comentarios acoplarlos a mi vida.
¿Te planteaste la posibilidad del retiro?
No, en ningún momento. Esto es lo que me hace feliz. Sabía que me iba a recuperar y que iba a salir de esto. Aparte soy muy joven. Si alguien tiene eso en la cabeza, entonces no puede seguir en esta profesión. Gracias a Dios soy muy fuerte mentalmente y no me pasó nada de eso.
¿Cómo llevó tu familia los problemas que te impedían jugar?
Todos me apoyaron. Sabían que esto iba a pasar en algún momento. Todo ha quedado atrás. Ahora trato de disfrutar jugar 90 minutos sin ningún problema.
Me he percatado que siempre colocas a Dios por encima de todo. ¿Cómo ha influido en ti la religión a lo largo de este proceso que ya das por superado?
Soy cristiano y muy seguidor de Jesús. A mí siempre me ha dado mucha fuerza. Lo primero que le pedía era salud, salud para mi familia y para mi hijo. Cuando entendí que tenía que cambiar mi estilo de vida, me di cuenta que las cosas fueron caminando. Creo que eso fue una respuesta de Dios para mí. Todo se lo debo a él, porque hoy en día estoy sano y puedo vivir un momento feliz.
¿Desde cuando eres una persona que practica la religión?
Desde siempre. Mi papá es evangélico. Somos seguidores de Cristo y creemos mucho. Desde que decidí entregarle mi vida a Dios, las cosas han cambiado para mejor. Le recomiendo a mucha gente que estudie la palabra porque es el camino que te hace feliz. Todo se lo debo a Dios.
O sea que encontraste alivio en la palabra de Dios…
Sin duda. Hoy tengo una relación muy cercana con él. A veces la gente cree que es una vida aburrida, pero realmente es la vida que uno quiere. Uno encuentra la felicidad y la paz interior.
Cuando llegaste al PSV eras muy joven. Durante ese paso, ¿qué crees que lograste cambiar?
A mí me hizo muy profesional. Ahí los jugadores son muy entregados a su profesión. Yo era un poco más relajado, pero me hice muy responsable. También fue mi primera experiencia viviendo solo en el extranjero. Fui muy feliz. Es un club que se lo recomendaría a cualquiera. Te ayuda en todos los aspectos, pero mis decisiones malas en ese momento me alejaron del club.
¿Cómo consideras tu paso por Gremio de Porto Alegre?
En mi paso por Gremio también cometí el error de irme. Es un club de mucha historia y muy grande; quizás mucho más grande que el PSV. Estaba en un grupo que era muy ganador con buenos jugadores. Y en mi época, por querer tener continuidad, me apuré y terminé saliendo de un club que de vez en cuando me dejaba jugar varios minutos. Pero también tuve algunos problemas físicos y no me permitieron tener la continuidad que quería. Igual fue muy feliz.
¿Por qué duraste tan poco tiempo en Argentinos Juniors?
Argentinos Juniors es un club que me dejó mucho que desear. No cumplieron con lo que prometieron como temas de salario y otros temas externos. Terminé optando por salir de ese equipo, que estaba medio desorganizado. Igual es un lindo club que tiene mucha historia, muchos jugadores buenos han pasado por ahí. Bueno, no se me dio.
¿Te dolió quedarte fuera de la lista definitiva para la Copa del Mundo 2018?
Me dolió, pero ya sabía que había otros jugadores que estaban mejor. Yo no había hecho méritos para estar. Soy joven y sé que tendré otra oportunidad. Si Dios quiere, todavía podré estar en una Copa del Mundo.
¿Te quitaba el sueño retornar a la selección peruana?
Para mí estar en la selección es lo más grande. Cuando vengo acá soy muy feliz. Es un sueño de niño. Ahora toca aprovechar este momento e ilusión para sacarle lo máximo.
¿Esta convocatoria es un nuevo comienzo para ti?
No es un nuevo comienzo, pero si lo noto como una linda oportunidad. Creo que el profesor Gareca siempre ha confiado en mí. Eso lo ha dejado claro. Siempre me ha brindado su apoyo.
¿Has dialogado algo en particular con Ricardo Gareca cuando llegaste?
Todavía no hemos tenido momento para dialogar, pero sí me preguntó cómo estaba y cómo venía. Hay una linda conexión porque lo conozco desde hace algunos años.
¿Cómo evalúas tu rendimiento con la selección desde que empezaste hasta ahora?
A mí me tocó iniciar muy joven. Mis primeros partidos de eliminatoria fueron muy joven. Creo que tenía entre 18 o 19 años. Siempre que me tocó entrar lo hice bien y cumplí con lo que me pedían. Por algo me siguen teniendo en cuenta. Cuando uno deja una buena imagen en un lugar, lo siguen tomando en cuenta.
¿Te ves siendo el sucesor de Paolo Guerrero?
Yo me veo como Beto da Silva, el que quiere forjar su historia en la selección peruana. Paolo es uno solo; es un ídolo para todos nosotros. Si Dios quiere, en algún momento podré estar en ese nivel, pero no me veo como el sucesor de nadie.
¿Sientes que has recuperado tu nivel?
Siento que estoy cerca y que lo estoy recuperando cada vez más. Hasta mejorando. Todavía soy joven y tengo que aprovechar cada momento.
¿Te has planteado algún reto personal durante estos amistosos contra Paraguay y El Salvador?
Primero ganarme la oportunidad de entrar. Uno se lo tiene que ganar. Si logro ingresar, dejarlo todo en la cancha y cumplir con mis funciones. Y por qué no hacer un gol. Eso sería lindo.
¿Tienes alguna opinión sobre el escándalo de la reventa de entradas por parte del presidente interino de la FPF?
La verdad es que no me he enterado de nada. No ando al tanto de eso, pero ojalá se resuelva lo antes posible.