Pablo Bengoechea lleva cerca de 9 meses al frente de la selección y aunque subió su popularidad en las encuestas (inició su proceso con 71% de desaprobación en febrero y luego disminuyó al 51% en agosto), con el periodismo deportivo local no pasa lo mismo. El uruguayo es absolutamente resistido y casi no hay reportes positivos de su gestión.
Ante Paraguay tendrá 180 minutos de prueba (90 en Asunción, 90 en Lima). Solo una sinfonía peruana, algo demasiado fuera de lo común en el accionar de la blanquirroja, haría que el charrúa le cambie la decisión a Manuel Burga de conseguir a otro entrenador a fin de año.
Bengoechea mantiene firme su postura de jugar al 4-3-3 tanto de visitante como local, aunque suele cambiar a los intérpretes y no siempre con acertadas decisiones. Pero hoy se atrevería a dejar en el banco a Juan Manuel Vargas para que André Carrillo haga la función de ida y vuelta por la banda izquierda. Es una especie de gesto desesperado por marcar distancias con el trabajo de su mentor Sergio Markarián, quien no sacrificaba al 'Loco' ni aunque pareciera que se hubiese comido un balón.
Pero siendo justos, Pablo Bengoechea ha estado supeditado a un momento peculiar: el 2014 no fue un año en el que los 'extranjeros' hayan brillado en sus ligas. Farfán lesionado, Vargas con minutos contados en Fiorentina, Pizarro apenas como pieza de recambio y con los 35 años que pesan, Fernández sin continuidad en el arco como ha sido una constante en su carrera fuera del Perú, Cruzado y Ramírez en la misma condición.
De los Sub 20, Cristian Benavente y Yordy Reyna, no han hecho noticia en equipos importantes (¿Real Castilla y Grödig de Austria?). Bengoechea recoge todo esto y al ser inexperto y arrastrar el karma de ser sujeto de Manuel Burga es triturado por la prensa. Es normal e incluso es parte del fútbol cuando se es cabeza de una selección que hace más de tres décadas no gana nada importante y solo imparte desazón.
Pero Pablo Bengoechea, incluso, puede perder el poco prestigio que tiene si Perú no se muestra competitivo ante Paraguay. Ganarle a Panamá, Qatar, Irak y Guatemala jamás tendrá la valoración precisa si es que se comprueba que ante equipos verdaderos que serán rivales directos en la Copa América y Eliminatorias (Chile y Paraguay) nos hizo ver como colegiales. Que Dios te coja confesado, Pablo.