En su Reporte de Inflación de junio, presentado el último viernes, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) elevó su proyección del precio promedio de la libra del cobre, de US$3,77 a US$4,46 para el 2024 y de US$3,86 y US$4,68 para el 2025.
De acuerdo al reporte del Banco Central, se toma en consideración un mercado más ajustado por las limitaciones de oferta del metal rojo y una demanda sostenida proveniente de las industrias verdes.
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Cabe mencionar que Julio Velarde, presidente del BCR, explicó el último viernes que se tomaron en cuenta las proyecciones de los mercados futuros, dado que diversos analistas consideran una presión en la demanda del cobre para la transición energética. Además, existe una necesidad a corto plazo para los centros de inteligencia artificial que demandan mayor energía, lo que conlleva a que hayan más redes eléctricas y se necesite más cobre.
Por su parte, Katherine Salazar, analista de Estudios Económicos de Scotiabank, estimó que el precio internacional del cobre llegaría a los US$4,20 en promedio para este año y US$4,15 para 2025.
Salazar indicó que el repunte en la cotización del cobre en mayo -que llegó a un máximo de US$4,92 al cierre de jornada del 20 de mayo, de acuerdo con el BCR-, que fue generado por el mercado financiero, ya ha acabado.
Para el segundo semestre del año, sostuvo, se espera que el desempeño en el precio del este 'commodity' sea más por sus fundamentos. Hacia fines de 2024 se tiene la expectativa de alzas influídas por el inicio del recorte de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Además, sostuvo que el cobre ha caído a su nivel más bajo en dos meses, a raíz de la desaceleración económica de China. “Todavía sigue enfrentando una presión bajista por la débil demanda. Prácticamente, el cobre cayó más de 10% desde que alcanzó un récord en mayo”, indicó.
Mayores ingresos
Una mayor cotización del cobre beneficia a los ingresos públicos. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en su Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas 2024-2027, pronostica un crecimiento de 3,9% de los ingresos fiscales de este año, siendo un factor a favor el precio internacional del metal rojo.
En el documento, el MEF precisó que toma una proyección conservadora de US$3,80, pero señala que “de producirse un incremento de 10% en el precio del cobre, equivalente a un aumento de 40 centavos, los ingresos fiscales serían mayores entre 0,1% y 0,2% del PBI”.
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Por el lado exportador, Salazar indicó que por cada centavo adicional que se registre en el precio promedio anual de la libra del cobre, se adicionan US$60 millones a las exportaciones.
A su vez, Marcial García, socio de Impuestos de EY Perú, agregó que, en teoría, el alto precio del cobre también vuelve atractivos a los proyectos mineros para los inversionistas, aunque apuntó que no se ve un avance en este sentido al ritmo deseado.
Este menor ritmo de inversión se debe a factores como la inestabilidad política, la tramitología y los conflictos sociales, explicó.
“Se han multiplicado la cantidad de trámites que tienen que seguir las compañías para realizar actividades de exploración y si no hay exploración, no hay descubrimientos”, apuntó.
La puesta en marcha de un proyecto minero puede demorar décadas, dependiendo de su magnitud, sostuvo García. En ese sentido, mencionó que Quellaveco fue descubierto en la década de 1930 y comenzó su producción en 2022.
No obstante, consideró que el plazo podría llegar a demorar 10 años entre la exploración de un proyecto, su descubrimiento comercial y el inicio de producción.
¿Oportunidad?
¿Hay espacio para aprovechar esta alta cotización cuprífera? Al respecto, Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), indicó que los proyectos de cobre que podrían iniciar ejecución son Tía María -salvo por su oposición social, precisó- y Yanacocha Sulfuros, que tienen una inversión de US$1.400 millones y US$2.500 millones, respectivamente, de acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Otro proyecto es Zafranal (US$1.263 millones), cuya construcción iniciaría en 2025, sostuvo García. Además, espera que se concrete el proyecto La Granja (US$2.400 millones), aún sin fecha definida para su construcción.
Estos cuatro proyectos representan más de US$7.500 millones de inversión, tomando en cuenta las cifras que se manejan en la cartera de proyectos de inversión minera del Minem. De ellos, solo Zafranal tiene fecha prevista para iniciar su construcción.
Por su lado, Salazar precisó que Zafranal y Chalcobamba Fase I (US$130 millones) son proyectos que pudieron avanzar más rápido en cuanto a permisos. Aún así, indicó que se vienen observando avances en la aprobación de permisos para proyectos ‘brownfield’ (que se desarrollan en las áreas donde ya funcionan las minas), así como en la aprobación de informes técnicos sustentatorios y estudios de impacto ambiental.
Más de US$7.500 millones de inversión
Representan en conjunto Tía María, Yanacocha Sulfuros, Zafranal y La Granja. Esto toma en cuenta las cifras que se manejan en la cartera de proyectos de inversión minera del Minem. Solo Zafranal tiene fecha prevista para iniciar su construcción.
Esto será positivo hacia el largo plazo, debido a la expectativa de que los precios de los metales industriales, como el cobre, continúen con una tendencia alcista, sostuvo.
“Lo más importante es que ahora se siga avanzando en estas aprobaciones para ver resultados en el corto plazo”, acotó.
La meta del Gobierno es superar los US$5.000 millones en inversiones mineras, como indicó la presidenta Dina Boluarte en mayo.
En tanto, el BCR estima que la cifra llegaría a los US$5.300 millones al cierre del año y a los US$5.600 para el 2025.
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Desarrollo
De acuerdo con García, el 70% de proyectos que están en la cartera de inversión minera son de cobre.
El desarrollo de ello podría elevar la producción cuprífera nacional a niveles cercanos a lo que produce Chile, añadió. Para Gálvez, se podría competir con el país sureño. Según la Comisión Chile del Cobre (Cochilco), la producción en dicho país llegó a las 5,25 millones de toneladas en el 2023. En cambio, Perú produjo 2,75 millones.
“Imagínate cuál sería el impacto de la economía en términos de crecimiento, ingresos de divisas, balanza comercial y recaudación. Sería un impacto tremendo para la economía y que estamos desaprovechando, porque no se están dando las condiciones para que se concreten estas inversiones”, indicó García.
A su vez, Gálvez sostuvo que si se invierten US$40.000 millones de los proyectos mineros, ello podría generar una contribución anual de US$20.000 millones al producto bruto interno y una recaudación adicional de US$5.000 millones.
Gálvez apuntó que si el país no se apura en poner en marcha los proyectos mineros, se corre el riesgo de que aparezcan otros superconductores que compitan con el metal rojo en el mercado mundial.
“Se tiene previsto que para el 2027 deberíamos tener superconductores de cerámica que compitan con el cobre”, expresó.