Según la Constitución Política del Perú, el Banco Central de Reserva (BCR) debe preservar la estabilidad monetaria. El rango meta de inflación anual se sitúa entre 1% y 3% pero la inflación anualizada a octubre asciende a 3,41%, por encima de la propuesta de la autoridad monetaria. ¿La inflación tiene efecto en el crecimiento económico de un país? Claro que sí; los precios se incrementan, compramos menos con lo mismo, hay incertidumbre, la inversión se desalienta y se reduce la capacidad de crecimiento de una economía. ¿Quién no recuerda la hiperinflación de los años 80? Entre 1988-90, se obtuvieron tasas de crecimiento negativas (-9% aproximadamente).
¿A quién no le gustaría ver que los precios no suben? A todos, pero eso no es posible y menos, saludable. La inflación no es mala per se. ¿Hay inflaciones buenas? Sí, las inflaciones bajas y estables promueven el uso eficiente de los recursos, son señal de una demanda vigorosa, lo que se traduce en una mayor producción, más empleo y crecimiento económico.
En un país, la confianza en la institución monetaria y sus cifras es fundamental, pues permite a las personas y empresas planificar, lo que se refleja en mayor bienestar económico. La historia cambia si se desconfía de la autoridad monetaria (claramente, no es el caso peruano, cuyo presidente del banco central ha sido elegido varias veces como mejor banquero central del mundo). Por eso es necesario que todos ‘entendamos’ bien la inflación, dudar respecto de las metas planteadas merma la credibilidad del BCR y la efectividad de su política monetaria. Y para que ello no ocurra es vital la comunicación del banco con la gente, una comunicación directa y sencilla que nos ayude a entender lo que ocurre en el mercado.
Las expectativas se estresan con el pollo y la leche en subida, como ha ocurrido, y ponen ansiosa a la población, sobre todo a aquella que tiene al mercado de su distrito como referente diario. No todos saben que ello es ajeno al control del BCR (y al Gobierno), entonces afecta la confianza de la población en general. De hecho, los economistas ya han coincidido en señalar que no hay nada fuera de control, pues la inflación se ve afectada por “factores de oferta de carácter transitorio” como el caso de incrementos en los precios de los alimentos.
El BCR debe aprovechar más las redes sociales para explicarnos en un lenguaje cercano y sencillo qué ocurre y por qué deberíamos o no preocuparnos, eso genera confianza, vital para el ente emisor y su política monetaria que toca la vida de todos lo ciudadanos.