Corrupción, un problema que urge solucionar - 1
Corrupción, un problema que urge solucionar - 1
Jimena De La Quintana

La no es un problema de políticos, empresas o ciudadanos. Es un problema de todos. Suyo y mío.

Hoy los peruanos somos más conscientes del obstáculo que la corrupción representa para el crecimiento y el desarrollo pero, lamentablemente, no somos menos tolerantes a ella: el 78% le tiene tolerancia alta o media y solo el 22% un rechazo definido, ello pese a que el 46% de los encuestados la considera el problema más importante del país, después de la delincuencia (Encuesta Nacional sobre Corrupción en el Perú 2015 de Proética). 

¡Hay más! El 51% se muestra algo o muy de acuerdo con que los funcionarios corruptos solo sean sancionados si no hacen obras. El mismo documento señala que un 75% considera a los empresarios cómplices de los actos de corrupción; pero un 56% los ve también como víctimas de los funcionarios corruptos. 

Justamente, la semana pasada, la empresa fue mencionada en el foro organizado por Proética al que asistieron los candidatos. Si bien el Código Penal contempla sanciones a las empresas por delitos de corrupción, (siempre y cuando se haya identificado a la persona que lo cometió al interior de la misma), lo cierto es que, en la práctica, los castigos no se cumplen y por ello los candidatos apuntaron a sanciones más severas.

No creo que se trate solo de más normas estrictas y rigurosas; se trata, sobre todo, de compromiso, de la disposición de las empresas. Para ello, se requieren líderes que
quieran comprarse el pleito, fomentando desde las esferas más altas la lucha contra esta lacra, dentro de sus organizaciones y en su relacionamiento con el Estado (Transparencia Internacional propone 10 líneas de acción para la lucha contra la corrupción en la empresa privada).

Ello no solo beneficia a la organización; suma al bienestar colectivo. La responsabilidad con el entorno que tienen las organizaciones era antes una expectativa, hoy es una
exigencia.

Lamentablemente el “Estudio sobre riesgo de fraude en el Perú” (E&Y, 2014), que encuesta a ejecutivos de empresas top del país, señala que este problema es una
prioridad en las áreas de control interno de las organizaciones pero aún no en los niveles más altos de ella.

En el foro de Proética, al que asistieron los candidatos, se le escuchó decir a Martín Pérez, presidente de la CONFIEP, que apoyarían las actividades pro transparencia
y anticorrupción de esta institución. Un gran primer paso, pero no olvidemos que más importante que apoyar es comprometerse y participar. Cuando cada uno de nosotros
se compre el pleito y participe de la solución habremos avanzado. 

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