La fortaleza que el gas natural de Camisea ostenta como el energético más económico para el transporte liviano (taxis) y pesado (buses) en Lima no se mantendría por demasiado tiempo.
De acuerdo a un estudio realizado por Boston Consulting Group, esta ventaja solo se mantendrá por diez años más, debido a la mayor competitividad que alcanzarán los vehículos eléctricos y las celdas de hidrógeno. Así lo advierte Bruno Mourao, managing director y socio de la empresa consultora, en esta entrevista.
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— El mundo se encamina hacia las energías renovables. ¿Qué papel cumple el gas natural?
En las discusiones que tenemos con nuestros clientes en varios países de la región siempre sale a la superficie el concepto del trilema energético. La discusión es como armamos, con la particularidad regional, un plan de transición energética que balancee estos tres elementos: acceso, sostenibilidad y seguridad.
— ¿Cómo se aplica esto al caso peruano?
Si uno piensa en la realidad peruana, el gas natural está en el corazón de todo. Pero hay una ventana de oportunidad. Creer que en el 2050 seguiremos teniendo una matriz eléctrica basada en el gas natural, no es el caso. Pero sí es muy importante para el proceso de transición.
— ¿Qué tan importante?
Es muy importante porque las reservas de gas natural que alberga Camisea y la independencia de las importaciones son centrales para la seguridad energética. Y lo mismo en la parte de accesibilidad, porque ustedes tienen un campo gasífero competitivo y relativamente interconectado desde el Cusco hasta la costa. El debate es como manejamos la sostenibilidad. Y allí hay varios roles para el gas.
— Entiendo que el principal es la generación eléctrica, que concentra el 60% de la demanda interna de gas. ¿Esto cambiará drásticamente?
Hay un relativo consenso en que la nueva oferta de generación eléctrica será con fuentes renovables. El debate es que estas tecnologías generan picos de oferta, como la energía solar, que a la mitad del día genera mucha energía, pero no en la noche. Por eso, cuando tú me preguntas cual es el rol del gas, teniendo en cuenta que el futuro será de las energías renovables, la respuesta es que tendrá un rol complementario (como ‘back-up’ para las energías solar y eólica). Y ese es un rol que permite conectar los tres vétices del trilema.
— Bueno, el Minem sostiene que el gas natural debe usarse menos en generación eléctrica para posibilitar el ingreso de más centrales renovables. ¿Es este un buen camino?
En BCG hemos hecho unas estimaciones sobre el ingreso de más energías renovables a la matriz energética y nuestro caso base señala que esto puede disminuir el uso del gas natural para generación eléctrica en 25% a 30% hacia el 2040. La petroquímica sería una opción para compensar ese volumen (de gas que no se utilizará), dependiendo de cómo se desarrolle esta industria. Pero hay otras opciones.
— ¿Qué opciones?
Una opción para el uso del gas natural es la movilidad pesada. Me refiero a los buses y el transporte de carga de corta distancia dentro del área de influencia de las distribuidoras de gas. Y también la industria. Por ejemplo, se está construyendo un hub logístico en la ciudad de Chancay donde el gas natural será de gran utilidad.
— Pero habría que considerar también por cuánto tiempo más va a seguir siendo útil el gas natural en el Perú y el mundo. ¿Existe algún estimado global o eso varía de país a país?
Eso varía de país en país. Hay países en el sudeste asiático que están usando el gas natural para reemplazar el carbón. En ese caso, el consumo de gas se intensifica. Pero si vas a Europa verás que hay una hoja de ruta más clara de desgasificar las economías. Y para Perú tenemos un ejemplo puntual. Hicimos una cuenta de cuál es la ventana de competitividad del gas en el transporte de vehículos livianos, de carga y buses urbanos.
— ¿Y cuál es el resultado?
Hacia el futuro, nuestras estimaciones indican que el gas natural vehicular (GNV) seguirá siendo competitivo por hasta diez años, versus otras fuentes energéticas, como la movilidad eléctrica y el hidrógeno. Eso es bastante tiempo para aprovechar y tomar decisiones.
— ¿Son diez años para que el GNV deje de ser competitivo?
Esta es una proyección que hemos elaborado con mucho cuidado. En buses hay una ventana de diez años de competitividad. Pueden ser siete o doce años, pero si pasa el tiempo y no se toman decisiones claras, será más difícil hacerlo después. Entonces, este es un momento clave para trazar un plan energético con participación privada y pública, y avanzar. Sin embargo, debo resaltar que el GNV es competitivo al día de hoy. Como referencia, el costo de la energía útil de esta tecnología ha sido un 50% a 60% inferior al diésel en el 2022
— ¿Diría que el gas tiene más futuro en el sector eléctrico que en el transporte?
Las discusiones son diferentes. En movilidad se centra en si el vehículo va a ser a gas o eléctrico. En generación la discusión es: dado el diseño de matriz que vamos a tener, cuánto vamos a necesitar de gas como elemento de respaldo. El gas será necesario para respaldar a las energías renovables, y eso tendrá que ser remunerado de forma adecuada.
— Sin embargo, esto genera fricciones entre generadores térmicos y renovables, por la aspiración de estos últimos de obtener una mayor participación en la matriz.
Esta es una discusión no solo del Perú, sino de muchos países. Existe un debate legítimo de los generadores renovables porque es muy difícil que estos puedan competir con los precios (baratos) del gas de Camisea sin algún tipo de visión (estímulo) de largo plazo. Y, por otro lado, los gasíferos tienen razón en decir que ellos aportan un energético que contribuye al desarrollo de una matriz más limpia. El debate va por quien empuja más fuerte y eso no lleva a una solución.
— ¿Y es allí donde el Minem debe marcar el camino?
Si el gobierno tiene claro que su objetivo es tener una matriz energética con cierto porcentaje de gas, debe crear los sistemas de regalías y los marcos de concesión para estimular la producción gasífera. Al final, el debate no se centra en si hay o no reservas de gas (como en Colombia), sino en cómo aseguramos los incentivos para que el desarrollo de esta industria se materialice.
— ¿O sea, como utilizar mejor este recurso energético?
Y, muy importante también, como construir esto de manera conjunta entre el Gobierno y las empresas privadas.
— ¿El incentivo a la petroquímica ayudaría bastante?
La petroquímica es una parte de la ecuación, estoy de acuerdo. Personalmente no he profundizado cuál es el potencial real de esta industria en el sur del país, pero lo que sí te puedo decir es que esta mirada hacia la petroquímica está por todos lados. Es un tema de interés tanto de los gobiernos como de las compañías y, particularmente, de las grandes petroleras que buscan expandirse porque ven sinergias con sus refinerías y la posibilidad de descarbonizar sus operaciones integradas.
— ¿Y para entonces habrá entrado en la ecuación también el hidrógeno?
Hidrógeno y biogás. Esas dos patas hemos visto mucho. Y, en lo que respecta al hidrógeno, se puede emplear, incluso, para maximizar la infraestructura de gas natural disponible. Eso significa que puedo usar la red de gasoductos para inyectar hidrógeno. El tema es que este es un portafolio tecnológico que todavía hay que desarrollar, pero debemos poner nuestras fichas allí.