El mejor momento es ahora, por Juan Carlos Odar

En la entrevista que le hicimos en este Diario la semana pasada, el ministro de Economía, Carlos Oliva, comentó que su entidad está preparando una propuesta para solucionar la problemática de las pensiones. Asimismo, indicó que tenerla lista tomaría algunos meses.

La reforma de los sistemas de pensiones (y de la protección social en general) forma parte de la agenda en la que están trabajando los gobiernos en varios países del mundo.

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Por ejemplo, en Brasil el Gobierno está impulsando una reforma fiscal que se traduciría en un ahorro de US$250.000 millones en los próximos diez años, pero a cambio de una mayor edad de jubilación; es impopular, pero no aprobarla se traduciría en incrementos futuros del déficit en las cajas de jubilación, que actualmente ya supera el 4% del PBI. En contraste, en el Perú, las presiones fiscales son mucho menores, debido a que parte del sistema previsional se ha trasladado al sector privado y que la edad de jubilación es más alta que en Brasil.

Por otro lado, a inicios de este mes, el Gobierno de Finlandia renunció (pero como ya estaba previsto que convoque a elecciones en abril, la renuncia no se ha hecho efectiva) porque fue rechazada su propuesta de reforma del sistema de salud, financiado por la población trabajadora, que cada vez representa un menor porcentaje del total. Por el contrario, en ese país la población mayor de 65 años ya representa 21,4% del total, tasa que el Perú alcanzaría alrededor del 2050.

Estos dos ejemplos nos ilustran que las presiones para nuestro país son ineludibles y que las reformas no se pueden seguir postergando.

Del mismo modo, esta es una oportunidad también para buscar medidas que amplíen el ahorro previsional, por ejemplo a través de una mayor tasa de aporte previsional, de aportes vinculados al gasto y no a la generación de ingreso debido a la alta tasa de informalidad laboral, o de una mayor edad de jubilación. En ese sentido, cabe incluso discutir evidencia provocadora: un estudio para países de la OECD (Böheim, 2014) concluyó que ampliar la edad de jubilación lleva a un aumento de los puestos de trabajo para los trabajadores más jóvenes; las distintas edades en el mercado laboral interactúan como complementarias, no como sustitutas.

Tal vez pensar en una reforma integral del sistema de protección social sea muy ambicioso, pero no parte de cero: ya existe una propuesta elaborada en 2017 por encargo del Gobierno. Lamentablemente, la página web que la contenía ha sido desactivada.