La semana pasada el mundo contempló con sorpresa el anuncio de re-estructuración del negocio del grupo Telefónica y del manejo de las sucursales en América Latina. ¿Cuáles fueron las razones que lo motivaron? Ante nuevos escenarios, nuevos comportamientos, podría resumirse.
No hay negocio que no esté planteándose la forma de sobrellevar la cuarta revolución industrial y todos aquellos ligados a las telecomunicaciones, con mayor razón. La voz y datos ahora fluyen por Internet y la estructura de rentabilidad del negocio debe girar o partir de ahí. Pero no es solo eso.
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Carlos Huamán, director de DN Consultores, estima que esta completa transformación responde a nuevas maneras de definir el “quién”, “qué” y “cómo”, es decir los tres pilares que sostienen todo modelo de negocio.
El objeto de los servicios de Telefónica seguirá siendo los consumidores finales y las empresas, pero su enfoque estará en determinadas zonas geográficas (España, Brasil, Reino Unido y Alemania) en donde les ha ido mejor en términos financieros.
Ese sería un cambio en el “quién”, explica Huamán, y viene acompañado de una modificación del “qué”. El énfasis estará ahora en los servicios digitales (la división creada bajo el nombre de Telefónica Tech) y en la “monetización de sus infraestructuras mediante diversos modelos (la división Telefónica Infra)”, precisa.
En cuanto al “cómo”, Huamán dice que estamos ante una mutación de la visión del operador bajo objetivos financieros que implicarán nuevas formas -innovación- para lograr rentabilidad. La nueva forma en que se organizan las líneas de negocios es el punto de partida.
En nuestro país y en la región, aclara, esto se podría concretar en que el manejo de algunas divisiones de negocios corporativos sean absorbidas por Telefónica Tech o que la empresa creada para manejar los negocios de datos en el 2016, Telxius, se convierta en Telefónica Infra.
GEOPOLÍTICAMENTE DISTINTOS
Más allá de girar a convertirse en un negocio que mira el fluir de los datos usando nuevos canales y compitiendo con quienes nacieron en la era digital sin poseer infraestructura de redes como las ´telco´ tradicionales, este cambio de Telefónica tiene un componente geográfico muy particular.
Como región, nos separan en una administración independiente en la cual no se fijará el foco principal. Esto es un cambio sustancial para una empresa que se caracterizó en el pasado por una fuerte expansión geográfica y por ser uno de los operadores del mundo con presencia en una mayor cantidad de países.
Huamán comenta que esto se explica por circunstancias propias del mercado en nuestro continente. Cuando Telefónica decidió apostar por la región, en los noventa, se vivía una ola de privatizaciones y auge económico que le ofrecía al grupo español la posibilidad de crecer y fortalecerse. La baja penetración de los servicios de telecomunicaciones permitía confiar en ese alto potencial de crecimiento.
Telefónica, en efecto, creció y se fue adaptando a los cambios tecnológicos, pero las condiciones del mercado fueron cambiando y se sumó una creciente e intensa competencia, incluyendo actores que no necesitan invertir grandes sumas de dinero en infraestructura, como por ejemplo Netflix frente a la Tv paga transmitida vía cable.
En la actualidad, explica Huamán, las condiciones de mercado en América Latina son desafiantes -pues la competencia es aún más intensa-, la penetración de servicios está ya muy avanzada y la economía pasa por un proceso de bajo nivel de crecimiento.
En el país se tienen coincidencias con el panorama regional aunque con sabor propio: dos rivales le hicieron perder más de diez puntos porcentuales de participación de mercado local en cuatro años que se suman a litigios con la Sunat. La solución empero, pasa por un manejo similar y conjunto.
Telefónica está apostando por darle un manejo local de la región separado de los grandes mercados, explica Huamán, que incluirá encontrar la forma de reconvertir esta operación poco rentable. Es de esperar “un alto nivel de creatividad financiera" y “mayor eficiencia en costos” en ese camino para el que, han asegurado, se está abierto a “todas las opciones posibles”.