Menuda tarea la que le espera a Virgin Mobile en el Perú. Y es que la empresa del multimillonario inglés Richard Branson –el mismo que lidera Virgin Galactic, la aerolínea que prevé hacer vuelos comerciales al espacio– tendrá ante sí un mercado de telefonía celular en donde la competencia está –como dirían en el ámbito deportivo– que quema.
Basta un breve repaso para comprobar la efervescencia que hay en el sector. Hasta setiembre del 2015, según el Osiptel, las cuatro compañías que se reparten la torta del mercado operaban 33,6 millones de líneas móviles en nuestro país.
Telefónica del Perú (a través de Movistar) tenía la mayor participación, con 17,5 millones de líneas, seguida por América Móvil (Claro), con 12,3 millones de líneas. El tercero en el ránking era Entel Perú, con 2,5 millones de líneas, y el cuarto, Bitel, que contaba con 1,1 millones de líneas. Ojo, la proporción se mantiene hasta ahora.
Así encontrará Virgin el escenario local para su debut, que debería ocurrir hacia el primer semestre de este año, de acuerdo a lo que ha dicho a Día1 el presidente de Osiptel, Gonzalo Ruiz.
El nuevo jugador, por cierto, cuenta con un arma que parece será muy poderosa: planes de telefonía móvil bastante agresivos, con tarifas económicas que podrían romper el mercado. Lo haría debido a su condición de operador móvil virtual (OMV), es decir, será el primero en el Perú que no necesitará invertir en la construcción de infraestructura de redes, dado que alquilará una parte del espectro de cualesquiera de los otros cuatro operadores.
Virgin podrá redestinar este ‘ahorro’ a conformar un poderoso aparato de ventas y distribución de chips, lo que le permitiría consolidarse en el país, como apunta Carlos Huamán, gerente general de DN Consultores.
¿Con qué armas lo enfrentará la competencia? Efectivamente, habrá una guerra de precios como respuesta inmediata a la entrada del primer OMV al país. “Una estrategia de ajuste tarifario es esperable entre los operadores, que les darán más beneficios a los usuarios, como promociones de datos”, explica Liliana Ruiz, presidenta de Alterna Perú.
Algunos de los protagonistas, precisamente, han destacado a este suplemento lo dicho por la ex presidenta de Osiptel. Tal es el caso, por ejemplo, de Bitel.
“Todos los jugadores en el país, los cuatro operadores y el primer OMV, están enfocándose en el incremento de sus bases de clientes de prepago con campañas publicitarias agresivas, por lo que el mercado es muy competitivo”, señala en exclusiva para Día1 Nguyen The Nghia, CEO de la firma vietnamita en el Perú quien declara por primera vez a un medio local.
El ejecutivo añade, sin embargo, que una competencia basada únicamente en precios bajos es insostenible mirando hacia el futuro.
Con ello coincide Liliana Ruiz. La titular de Alterna Perú aclara que, tras el impacto inicial de una caída en los precios por la llegada de Virgin, los operadores se enfrascarán en otro duelo por brindar el mejor servicio, en términos de calidad y mejor señal, algo que en regiones como la selva norte hace una gran diferencia, como veremos más adelante.
“Esto será parte de una segunda etapa de la competencia”, apunta la especialista.
The Nghia también menciona una estrategia clave en este tipo de negocios, como parte de la batalla comercial por avivarse: “la búsqueda de nuevos segmentos de mercado”.
De este modo, mientras Virgin apuntaría a los jóvenes, tal como lo ha hecho en Chile y Colombia con campañas como los “planes antiplanes” –que ofrecen acceso ilimitado a redes sociales y consumo libre de música online– los otros operadores podrían responder ampliando su alcance hacia urbes del interior donde hay un número importante de potenciales usuarios: Áncash, Arequipa, Cajamarca, Cusco, Junín, Trujillo, Chiclayo, Piura, e Iquitos, por ejemplo. En esta última ciudad Entel acaba de iniciar operaciones con su oferta 2G, 3G y 4G.
Iquitos es un mercado emblemático, precisamente por las dificultades de infraestructura de redes que ha sufrido y con las que todas estas estrategias de crecimiento pueden chocar en el Perú. Ya lo ha dicho Gonzalo Prialé, presidente de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN): hay en nuestro país inversiones trabadas por US$3 mil millones para la instalación de antenas de telefonía móvil, un nada desdeñable problema.