El crecimiento económico de Estados Unidos se situó en 2,6% durante el tercer trimestre. Esta es la primera mejora luego de dos trimestres de caídas que lo colocaron al país norteamericano en una recesión técnica. El aumento fue posible por una mejora de las exportaciones y del gasto de los consumidores, así como de la inversión no residencial y del gasto público tanto federal como estatales y locales, que compensaron en parte el decrecimiento en la inversión residencial y en otras inversiones.