El estudio Vinatea & Toyama presentó su informe de conflictividad laboral del último trimestre del 2023. En él se encuestó a 131 líderes de 114 grandes empresas privadas en el Perú entre setiembre y octubre, quienes explicaron que su principal preocupación para el próximo año son las nuevas leyes laborales (59%), el criterio de la inspecciones de Sunafil (56%), las presiones por incrementos salariales (47%) y el impacto del Fenómeno del Niño (FEN) en su operación (42%). Asimismo, el 38% consideró que el próximo año su empresa tendrá mayor conflictividad laboral, mientras que el 47% proyectó que seguirá igual.
Para Jorge Toyama, socio del estudio, el FEN afectará la operación de las empresas, tanto en productividad como en ingresos, lo que propiciaría que el próximo año se vean más conflictos entre empleados y empleadores.
LEE TAMBIÉN | Ministra Choquehuanca dialogará con empresas pesqueras que paralizaron operaciones
—Según su informe, la principal preocupación de los líderes para el próximo año serán las nuevas leyes laborales (59%). Este año se dieron sentencias en primera instancia contra la norma que limitaba la tercerización laboral, así como la confirmación de que el incremento de la remuneración mínima vital (rmv) solo se daría a través de criterios técnicos tras consensuar en el Consejo Nacional de Trabajo (CNT). ¿Qué nuevas leyes pueden generar tanta preocupación?
La reforma laboral no es grande, sino a goteos, se da de a pocos. Por ejemplo, la aprobación de cuatro feriados durante este año y hoy son 16 anuales. Cada feriado es un año menos de trabajo y de productividad de las empresas. Luego están las posibles reformas, como el proyecto de ley que elevaría el 30% del sueldo a todos los trabajadores en horario nocturno. Este proyecto crearía sobrecostos laborales. También hay un tercer elemento que no va necesariamente de la mano de la ley, pero es percibido como una reforma por los empresarios: es la regulación a través de sentencias y juicios. Las normas no solo cambian con leyes del Congreso, sino porque hay sentencias más rígidas.
—El segundo punto que genera más preocupación son los criterios más rígidos de Sunafil en las inspecciones. ¿Por qué el ente fiscalizador es visto como una preocupación?
Hay que considerar que los lugares con más inspecciones en el Perú son los más formalizados. Hoy los trabajadores prefieren denunciar ante Sunafil porque, tras el reclamo, pueden inspeccionar de imprevisto en días o semanas. Entonces es gratis, sorpresivo para el empleador y de inmediato. En cambio, en el Poder Judicial se debe pagar abogado, copias, es lento y no es sorpresivo, pues todo paso se notifica.
—En el 2022 el 65% de las inspecciones en Sunafil se dieron tras la denuncia de un trabajador, extrabajador o sindicato. ¿Cómo se fortaleció la entidad desde el inicio del Gobierno de Pedro Castillo hasta la actualidad?
La Sunafil es la segunda entidad del país que más creció desde la pandemia, solo detrás del aparato de Salud. Desde el Covid, la Sunafil ha crecido en 35% en número de trabajadores, en número de inspectores. Adquirió más músculo y tiene más capacidad para inspeccionar.
LEE TAMBIÉN | Elecciones en Argentina: ¿cómo cerró el dólar blue una semana después de la primera vuelta?
—Ustedes mencionan que los temas por los que se interpusieron más quejas en las empresas este año son los incrementos salariales o políticas de remuneración (60%), los reclamos sindicales (42%) y el tiempo de trabajo (40%). El próximo año podría darse un FEN fuerte, lo que traería un incremento del costo de alimentos, así como la afectación de la operación e ingresos de las empresas. ¿Cómo afectará esto a las relaciones entre el trabajador y el empleador?
El FEN es como una tercera oleada contra los ingresos de los trabajadores. La primera fue el covid, la segunda es la recesión de este año. Laboralmente hace un año hay empresas que no aumentan sueldos, están con despidos o ceses laborales. Entonces los tres factores generan mucha preocupación. Por ejemplo, actualmente no encuentro una empresa que le pudiera incrementar el sueldo a todos sus trabajadores en función a la inflación este año. Ni siquiera en empresas con sindicato. Como lo económico es lo clave, seguramente se seguirán robusteciendo los sindicatos o se crearán nuevos.
"El FEN es como una tercera oleada contra los ingresos de los trabajadores. La primera fue el covid, la segunda es la recesión de este año"
—Tomando en cuenta ello, ¿lo más probable es que el FEN aumente la conflictividad laboral en el corto plazo?
Los encuestados, que son gerentes de recursos humanos de empresas formales, aseguran es que la conflictividad va a aumentar o se va a mantener. Lamentablemente sí habrá más conflictos laborales por el FEN y serán para un trabajador ya golpeado y por una empresa ya golpeada. La industria está golpeada, la construcción está golpeada, la pesca está golpeada y eso incide en el ingreso de los trabajadores y de la empresa. Sin duda en el 2024 habrá más conflictos laborales.
—¿Qué medidas deberían tomar los empleadores ante esta situación completamente anunciada?
Creemos que no se debe dejar de pensar en el trabajador. Antes de tener una reducción de personal, hay que evaluar una reducción de sueldo. Antes de suprimir personal, evaluar una reorganización interna de funciones. Es momento en el que las mejores empresas apuesten por el talento.
ENCUENTRA EN ECONOMÍA | Halloween y Día de la canción criolla: ¿cómo se están moviendo los eventos y la venta de dulces para ese día?
—Haciendo un balance del año, podemos ver, como mencionamos anteriormente, que algunas medidas como el incremento de la rmv o la limitación a la tercerización se han enfriado. El empleo se ha recuperado, pero el empleo adecuado sigue siendo bajo, especialmente para los jóvenes, y el subempleo invisible creció 13,3% frente al año pasado. ¿Qué lecciones deja este año para el sector laboral?
En temas laborales es un año más perdido porque el empleo de calidad se está reduciendo, porque la formalidad se ha estacionado en 75%, es una informalidad más dura que la previa al Covid. Hoy hay menos personas, menos compatriotas y menos familias con seguridad social. La única noticia positiva es que la tasa de desempleo sigue siendo baja, no llega ni al 5%, un porcentaje envidiable. Pero los salarios pueden ser menores a la rmv o la productividad laboral es bajísima.
—¿El Gobierno tiene la fuerza para variar la situación?
El Gobierno lo que hace es sobrevivir. Es remoto que este Gobierno y el Congreso lo logren. Muchas cosas requieren una reforma legislativa, pero todo lo que se ve es una crisis institucional. La legislación funciona como un parche o se centra en el reducido porcentaje de la formalidad, casi todo se enfoca en el 10% de la PEA peruana, que son los trabajadores formales de la gran empresa. Así, cada vez va a ser más de élite tener un trabajo estable, con seguridad social, seguro de salud y pensiones.