(Foto: Reuters)
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Redacción EC

El aeropuerto Jorge Chávez ha sido, en los últimos días, lo más parecido al Estadio Nacional por la cantidad de hinchas que volaban a ver los partidos de nuestra selección en . Valdría considerar a estos hinchas como embajadores que, aunque van motivados principalmente por ver al Perú en el mundial, representarán al país en cada punto de contacto que vayan a tener con los ciudadanos locales y las innumerables hinchadas de los otros 30 países del mundo que están disputando el certamen.

¿Nos hemos puesto a pensar en la imagen que los más de 20 mil peruanos ya están dando del Perú? Y no me refiero necesariamente a algún riesgo que se esté corriendo, sino a la gran oportunidad de demostrar lo mejor de nuestra cultura, historia y apertura al mundo.

La hinchada peruana es una de las más atractivas en Rusia 2018, por su gran número y actitud. Ojalá y la mayoría de nuestros compatriotas tomen conciencia de que, junto a la fiesta y la celebración que significa estar alentando a la Blanquirroja en la mismísima Plaza Roja, todos los hinchas también son parte de la selección de la .

Aunque casi todo el material audiovisual difundido en las redes sociales ha sido de sana fiesta y celebración, el viernes se viralizó un video de la broma grosera de un hincha peruano a una joven rusa , que tal vez ha sido celebrada por algunos, pero que realmente nos hace quedar mal. Y a ello me refiero con el hecho de que cada hincha es un embajador, y que potencialmente está expuesto a los medios del mundo, por lo que su responsabilidad no es poca.

Tanto criticamos lo que nos falta crecer como sociedad, los pocos valores que nos transmiten nuestras autoridades en el país, que miles de peruanos tienen ahora la oportunidad mundial, literalmente, de demostrar que podemos ser ciudadanos de categoría internacional por los valores que tenemos, y que van mucho más allá de gritar el primer gol de la selección. Seamos parte también del equipo de todos para todos. Arriba Perú.

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