(Bloomberg) --Una serie de megafusiones ha dado a las cuatro aerolíneas más grandes un control tipo monopolio de los viajes por avión en Estados Unidos. Claro, todo el mundo sabe eso, pero ¿sabe hasta dónde llega el control y lo que eso significa para usted como cliente?
Mucha gente está pensando en eso después del violento incidente del domingo en el que un pasajero de United Airlines fue retirado por la fuerza por empleados de seguridad del aeropuerto de Chicago. ¿Por qué pensaría una empresa que está bien permitir que un cliente que pagó por su boleto sea maltratado para que su propio empleado pueda tomar su asiento?
Parte de la razón puede ser que usted, como cliente, realmente no tiene una alternativa práctica para castigar a la compañía que maltrató al pasajero. American Airlines, Delta Airlines, Southwest Airlines y United Airlines tienen ahora el 85% del mercado, en comparación con 55% en 2007.
Como todos los monopolios, tienen menos presión para mejorar el servicio al cliente o preocuparse por perder pasajeros. Están seguros de que usted regresará. Y no sólo las aerolíneas: desde 2015, la concentración del mercado alcanzó un máximo de tres décadas.
Cuando David Dao acabó ensangrentado, con la nariz rota y sin un diente después de ser arrastrado por el pasillo del avión, la respuesta fue un clamor público para que la empresa rinda cuentas y mejore su servicio, e incluso un llamado a un boicot. Pero la realidad de la economía de Estados Unidos, donde los monopolios son parte del tejido comercial, hace que esa amenaza sea menos que eficaz.
"Si usted está en Houston, buena suerte si quiere boicotear a United", dijo John Kwoka, profesor de economía de la Universidad Northeastern, refiriéndose a cómo la aerolínea domina ese aeropuerto. "Eso se llama poder de monopolio, donde usted tiene pocas opciones funcionales para viajar".
Y añadió: "Si observas muchas de las rutas que dominan estas aerolíneas... ciertamente, los precios han aumentado".
Las fusiones de las principales aerolíneas se aceleraron tras la unión en 2005 de US Airways y America West Airlines. Después en 2008 vino la fusión de Delta y Northwest Airlines. Luego vino la unión entre Continental Airlines y United Airlines en 2010, y de Southwest y AirTran un año después. Las últimas grandes fusiones fueron entre US Airways y American Airlines en 2013 y, más recientemente, la compra de Virgin America por Alaska Air Group Inc.
Para ser justos, uno debe recordar el ambiente del cual surgió el monopolio moderno de las líneas aéreas. Seth Kaplan, socio gerente de la revista del sector Airline Weekly, dice que la consolidación no fue desencadenada por un deseo de ganancias injustificadas, sino más bien
por simple supervivencia."La industria estaba en crisis, primero debido a los atentados del 11 de septiembre. Los nuevos costos de seguridad afectaron los ingresos", dijo Kaplan. "Al mismo tiempo, los costos [subieron] en parte porque nadie quería volar, y más tarde debido a las incomodidades por la seguridad".
Además, las aerolíneas se vieron afectadas por el encarecimiento del combustible en el verano de 2008, la desaceleración económica mundial y el aumento de la competencia de nuevas empresas como JetBlue Airways Corp. y Spirit Airlines Inc.
Con el tiempo, las grandes aerolíneas sobrevivieron y florecieron. Pero para los pasajeros, las cosas empezaron a empeorar. El período de fusiones coincidió con recortes en los servicios. Más cargos por equipaje, menos comidas gratis y asistentes de vuelo. Además, recortes a los viajes aéreos regionales.
En cuanto a la sobreventa, la razón original que United Airlines dio para el incidente de Chicago (antes de conceder que Dao fue expulsado para que los propios empleados de United pudieran viajar), eso ya tiene mucho tiempo sucediendo y United ni siquiera es el peor ofensor. La sobreventa intencional es una herramienta financiera que las aerolíneas utilizan para vender cada asiento posible.