A pesar de que la economía china muestra algunas señales de debilitamiento, las autoridades confían en que lograrán su meta de crecimiento para este año, de 6,5%. Esta confianza se da pese al escenario complicado por las disputas comerciales con Estados Unidos.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma del país –su agencia de planificación– sostuvo que China tiene “la confianza, condiciones y habilidad suficiente” para lidiar con la turbulencia global y asegurar el cumplimiento de la meta.
Una de las herramientas para lograrlo será buscar empujar la demanda interna, en particular la inversión efectiva. Para ello, la agencia señaló que se ha aprobado 102 proyectos en el primer semestre, que totalizan una inversión de US$39.000 millones.
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Además de ello, indicó que se flexibilizaría la política macroeconómica. En ese sentido, consideró que el gigante asiático tiene “un amplio espacio” de maniobra en cuanto a política monetaria; dado –dice– que los niveles de endeudamiento público y corporativo se mantienen bajos y los bancos comerciales tienen altas provisiones de cobertura y capital.
Con todo esto, el país desestima la posibilidad de que vaya a enfrentar dificultades por las tensiones comerciales o por problemas estructurales domésticos.
Sin embargo, algunos expertos consideran que la economía del gigante asiático está más débil de lo que reportan los estimados oficiales.