En medio de un entorno económico global frágil, las turbulencias del mundo financiero y el lento crecimiento de las economías pasan, casi siempre, factura al mundo de la filantropía.
Sin embargo, esto no detuvo a Phil Knight, el dueño y fundador de Nike, quien esta semana donó US$400 millones a su alma mater, la Universidad de Stanford. El programa de becas que llevará su nombre estará centrado en formar a estudiantes para que sean líderes al afrontar problemas como el cambio climático o la desigualdad.
ORIGEN
Poco es lo que se sabe de Knight, quien en 1962, tras graduarse de la carrera de Negocios en esta universidad, le pidió prestado US$50 a su padre para crear una compañía con una simple misión: importar zapatillas de bajo costo, pero de alta calidad, desde Japón.
El magnate estadounidense se dedicó a vender las zapatillas en su carro, un Plymouth Valiant, hasta que logró recaudar ocho mil dólares el primer año.
Dos años más tarde, el empresario creó Nike junto al que fuera su entrenador de atletismo en la Universidad de Oregón Bill Bowerman. Por ello, era de esperar que las Nike Cortez, su primera creación, fueran diseñadas para correr en pista. De esta forma, y aprovechando las Olimpiadas de Múnich de 1972, calzaron a la delegación estadounidense.
Así se dieron a conocer y adquirieron repercusión mundial alcanzando ventas de US$800 mil ese año. En la actualidad, la empresa se ha vuelto un ícono de las start-ups, con un logotipo revolucionario que ha trascendido fronteras.
A sus 78 años, Knight, quien amasa una fortuna estimada en US$25.600 millones y que controla el 20% de la sociedad, se jubilará este año. El cofundador está a favor de que en ese momento Mark Parker, actual CEO de la compañía, asuma el poder absoluto sobre Nike. El motivo es simple: el grupo es más fuerte que nunca.
La filosofía de la marca es sencilla: “Si tienes cuerpo, eres un atleta”, frase que Bowerman solía repetir y que se convirtió en el mantra de una de las treinta compañías que integran el Dow Jones Industrial y que tiene un millar de tiendas propias por todo el mundo. Sus ventas en el 2015 ascendieron a US$30.900 millones.
Nike, propietaria de marcas como Converse y las Air Jordan, es más que una compañía de márketing que vende calzado e indumentaria deportiva. Es una máquina de innovación, hasta el punto de registrar más patentes que Apple.