(AFP) El gobierno conservador de Gran Bretaña presentará este miércoles el presupuesto anual para el ejercicio 2016-2017, en el que responde a los nubarrones de la economía mundial con más recortes.
"Mi mensaje de este presupuesto es que el mundo es un lugar incierto, y que, más que nunca desde la crisis financiera, tenemos que actuar ahora para no pagarlo más adelante", dijo a la BBC el ministro de Finanzas, George Osborne, que presentará las cuentas en el Parlamento de Gran Bretaña poco después de mediodía.
Osborne quiere ahorrar 50 peniques adicionales por cada 100 libras de gasto público, y mantiene su promesa de acabar con el déficit público y presentar unas cuentas con superávit antes de las elecciones de 2020 en Gran Bretaña.
Para ello, el gobierno de David Cameron tiene que ahorrar 4.000 millones de libras (5.600 millones de dólares, 5.000 de euros) adicionales a los recortes que ha ido esbozando en los últimos años.
Una tarea más difícil por la caída de la recaudación de impuestos que se avecina con el menor crecimiento económico de Gran Bretaña, que será de 2,2% en 2015, en contraste con el 2,9% de 2014.
El frenazo de la economía de China y los problemas persistentes de la Eurozona -sus dos principales socios comerciales- amenazan a la economía británica.
"Con un ministro atrapado por un lado por las finanzas públicas y por otro por el deseo de no causar polémicas antes del referéndum de la UE, este presupuesto no debería ser muy radical", estimó la consultora Capital Economics.
Aunque la idea es no castigar demasiado a la población a tres meses del referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea, la oposición y algunos sectores que dependen de las ayudas públicas en Gran Bretaña han puesto el grito en el cielo ante la perspectiva de nuevos recortes.
Así por ejemplo, los laboristas estiman que los recortes harán que 200.000 discapacitados pierdan 3.000 libras anuales en ayudas.
Ello supondrá un ahorro de 1.200 millones de libras (1.700 de dólares, 1.525 de euros) a las arcas públicas, según cifras del gobierno, pero las organizaciones de discapacitados lo han descrito como un "golpe".
"Es otro golpe inoportuno a la independencia de la gente discapacitada", dijo Liz Sayce, directora de Disability Rights UK.
Al mismo tiempo, Osborne anunciará nuevas inversiones en transportes y educación, las primeras para mejorar la conectividad del norte, y las segundas para hacer más competitivas las escuelas.
En el capítulo educativo, destaca la pretensión del gobierno conservador de que las escuelas públicas pasen a ser totalmente independientes y libres de la intervención del Estado, que se limitaría a la financiación y nada más.