Lorenzo Mendoza, el empresario venezolano acusado de traición
Lorenzo Mendoza, el empresario venezolano acusado de traición
Viviana Gálvez Cordova

Lorenzo Mendoza es el venezolano fuera de la política más influyente del país caribeño, e incluso es reconocido como presidenciable. La semana pasada, el gobierno de Nicolás Maduro s, en un intento más de restarle popularidad.

Las acusaciones se basan en una sobre la posibilidad de que el FMI inyecte ayuda financiera al país para sacarlo de la crisis económica. De ahí que el régimen chavista afirme que Mendoza ha negociado en nombre del Estado. 

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No es la primera vez que el régimen chavista lo señala como enemigo de la sociedad venezolana. Antes lo acusó de promover una guerra económica, que se traduce en escasez de productos e inflación.

Mendoza es presidente del directorio de Empresas Polar, la firma de alimentos y bebidas más grande del país y que representa el 3% del PBI venezolano, según BBC. La cadena agrega que dos de los productos de Polar –la cerveza y la harina de maíz precocida—son símbolos de la cultura popular venezolana. 

DESDE ADENTRO 
Mendoza asumió la presidencia de Empresas Polar cuando tenía menos de 30 años, en el 1992. En su adolescencia, “descargaba camiones de la cervecería Polar o sacos en la fábrica de harinas para arepas y aprendía los engranajes de su negocio desde abajo”, señala el portal web lideresenvenezuela.com.

Estudió ingeniería en Nueva York y un MBA en el MIT. Hoy tiene 50 años y es considerado el tercer hombre más rico de Venezuela, según “Forbes”. Su fortuna alcanza alrededor de US$2.700 millones. 

Mendoza ha resistido la convivencia con el régimen chavista desde 1999, pese a que ha sido centro de sus ataques. Para el Gobierno, es el símbolo del capitalismo en Venezuela. Mendoza prefiere no ser una figura mediática, pero ello no le ha impedido denunciar públicamente al Gobierno.

Respecto a las acusaciones hechas la semana pasada, afirmó que buscan fines políticos. En el 2014 acusó al Centro Nacional de Comercio Exterior de deberle a Polar US$463 millones, lo que le impedía importar materias primas.

El trabajo del régimen para desacreditar a Mendoza es arduo: además de ser uno de los empresarios más influyentes del país, tiene un compromiso social reconocido a través de la Fundación Empresas Polar, que –según “Forbes”— se enfoca en la nutrición, salud y educación de la niñez.  

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