El plan de Donald Trump, entre otras medidas, asignaría 25.000 millones de dólares para la seguridad fronteriza, restringiría la inmigración basada en los lazos familiares y pondría fin al sistema de lotería de visas. (Bloomberg)
El plan de Donald Trump, entre otras medidas, asignaría 25.000 millones de dólares para la seguridad fronteriza, restringiría la inmigración basada en los lazos familiares y pondría fin al sistema de lotería de visas. (Bloomberg)
Redacción EC

Una de las grandes promesas de , cuando era candidato a la presidencia de Estados Unidos, fue implementar un agresivo plan de infraestructura. Luego de casi 13 meses en la Casa Blanca, el mandatario presentó un esquema para reconstruir la infraestructura; en un plan que busca lograr inversiones hasta por US$ 1,5 billones.

El documento, de 55 páginas de extensión, propone una inversión del gobierno federal por US$ 200.000 millones para los próximos 10 años; que se repartirán en proyectos rurales, transferencias a autoridades locales, programas de infraestructura existentes y grandes obras que “levanten el espíritu americano”.

Según la propuesta, ello incentivaría más inversión de gobiernos estatales, locales y del sector privado; con lo que se alcanzaría la cifra de US$ 1,5 billones.

Más aun, la iniciativa busca reducir los trámites y procedicimientos para aprobar grandes proyectos; de modo que se apruben en dos años en lugar del lapso de cinco a 10 años que normalmente toman.
Para los representantes demócratas, acortar los plazos de estos proyectos implicaría reducir la regulación ambiental. Además, calificaron el plan como un “engaño”.

“Este no es un plan real de infraestructura. Es un engaño de este gobierno para privatizar funciones críticas del Estado y beneficiar a sus amigos de Wall Street”, criticó Peter DeFazio; representante demócrata en el comité de transporte e infraestructura.

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