Si desde diciembre último, te topaste con más anuncios de lo normal en tu timeline de Twitter, definitivamente no fue casualidad. Tampoco lo fue el hecho de que muchos de los avisos que viste te resultaran muy familiares. Al final del 2014 los anunciantes peruanos se pusieron las pilas y dirigieron la red social de los 140 caracteres, algo que habían hecho meses antes Facebook y también Foursquare.
Uno de los avisos que más llamó mi atención fue el de la especialista en repostería Sandra Plevisani, quien se estrenó en Twitter el 13 de diciembre con el anuncio de un nuevo local de "La Bodega de la Trattoria". Días después, la conductora de "Dulces secretos" comenzó a invertir en anuncios en Twitter publicitando tuits en los que ella era la protagonista. Más adelante optó por promocionar su recién estrenada cuenta. Al día de hoy, Sandra tiene ya 20 mil 700 followers.
Sandra confesó a El Comercio que cuando descubrió la herramienta, supo que le ayudaría a resolver las consultas sobre sus recetas y recibir las sugerencias de la gente que sintoniza su programa o asiste a sus restaurantes. “Necesitaba que todo el mundo se enterara que ya estaba en Twitter, y fue una iniciativa de mi asesora colocar anuncios. Me pareció genial”.
A decir de Plevisani, los avisos han cumplido su propósito y a la fecha ha contestado “innumerables consultas” sobre repostería. A diferencia de sus exquisitas recetas, el monto que invirtió en sus avisos se mantiene en secreto pero afirma que la cifra de seguidores obtenida gracias a la publicidad la ha dejado más que satisfecha.
BOOM DE ANUNCIOS
Durante el 2014, el grupo peruano de punk y rock “De La Nada” comenzó a difundir en Facebook sus presentaciones, el lanzamiento de su nuevo disco y las tiendas donde podían comprarlo sus fans. La banda apostó por los anuncios en la mayor red social de Internet y obtuvo resultados importantes, según Alberto Espinoza, integrante de la banda y responsable de los anuncios.
Detalló que en publicaciones (post, fotos, enlaces) con 5 dólares de inversión, esta puede llegar a hasta 12 mil usuarios de Facebook. “Con 10 dólares llegamos a más gente que no nos conoce y con 25 dólares llegamos como a 50.000 personas”, indicó Espinoza a El Comercio. En Facebook es posible segmentar al público objetivo (por edad, gustos, ubicación) en función a las necesidades del anunciante.
Para ayudar a la difusión de la denuncia de los daños de los cuales han sido objeto las Líneas de Nasca, la Asociación María Reiche también recurrió a los anuncios.
Luis Enrique Chochón, propietario de los restaurantes de comida andina “Mechita”, fue más osado y decidió anunciar su negocio no solo en Facebook, sino también en Foursquare, la aplicación que recomienda lugares en función a tus gustos, preferencias y contactos. Su objetivo: “fortalecernos en la mente del público joven”. Y para hacerlo “Mechita” ingresó al mundo de los anuncios en móviles.
Sus campañas en Facebook también le han permitido aumentar sus interacciones y número de fans, que en tres semanas pasaron de 400 a 4.500. “La gente que ve nuestros avisos llega al local y nos cuenta que se enteraron del restaurante a través de Facebook y Foursquare”, indicó Luis Enrique a El Comercio. En Foursquare, por ejemplo, ha diseñado una campaña pagando 25 dólares al mes. El aviso, a manera de recomendación, también se exhibe en Swarm. En tanto, sigue explorando plataformas y también lo encuentras en TripAdvisor, donde sus clientes le han dejado buenas reseñas.
AVISOS ‘EVERYWHERE’
Recientemente, las grandes empresas en el Perú se han volcado a Twitter y ho cuentan con una notable participación en esta plataforma. La campaña televisiva "El rudo de la gastronomía" del BBVA se trasladó a Twitter con el lema #EsDeRudos disfrazado de hashtag, siempre con Renzo Garibaldi como protagonista. Mastercard llevó su campaña "no tiene precio" a Twitter en sociedad con MacDonald's. El nuevo MotoX de Motorola también se publicitó en la red social, así como la Nissan, Perufon, Visa Perú, Político Perú, y un largo etcétera.
Por supuesto que el auge de la publicidad en nuestras redes sociales tiende a incomodar a los usuarios que ingresan a sus cuentas para socializar con sus contactos, enterarse de las últimas noticias que les afectan y entretienen, u obtener recomendaciones sobre lugares de interés o restaurantes. Facebook, Twitter y Foursquare gozaron de toda nuestra atención en sus inicios, cuando (el volumen de) los avisos no eran ni la sombra de lo que son hoy.
Lo cierto es que las redes sociales también son un negocio y sobreviven y generan sus ingresos a través de sus servicios publicitarios. Lo que tanto Facebook, Twitter, Foursquare y compañía deben hacer es hallar un equilibrio entre el negocio y el servicio que dio origen a su popularidad para no traicionar a un público compuesto por cientos de millones de usuarios conectados alrededor del mundo desde sus computadoras y dispositivos móviles.