(Foto: El Comercio)
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Marcela Mendoza Riofrío

Para julio del 2019 se planea tener lista y aprobada una nueva de Telecomunicaciones en reemplazo del texto actual, que fue creado en 1993, cuando se privatizaron las comunicaciones en el país.

Wuilian Monterola Abregu, presidente de la comisión de Transporte y Comunicaciones del Congreso, señaló que ya se está trabajando en la nueva norma con miras a tenerla redactada en el primer trimestre del 2019 y aprobada en el segundo. Como parte del proceso se realizarán varios foros, agregó, donde se recogerá la opinión de la industria y montarán mesas de trabajo multidisciplinarias. 

Para diciembre del 2018, añadió, tienen en agenda tener listos para debatir los cambios en la Ley de Banda Ancha. Su objetivo es poder aprobarlos antes de culminar la legislatura de este año, porque se trata de permitir hacer viable el aprovechamiento de la , hoy subutilizada. 

Virginia Nakagawa, viceministra de comunicaciones del MTC (Ministerio de Transportes y Comunicaciones) informó que el 24 de octubre se dio por finalizado el proceso de adopción de una adenda al contrato de concesión con Azteca, encargado de la . Al no haber llegado a un acuerdo con el operador, ha sido necesario buscar asesoría internacional sobre cómo volverlo un modelo económico viable y, en paralelo, modificar la ley marco del mismo, precisó.

Según Nakagawa, hoy no es imperativo cambiar la ley de telecomunicaciones, porque esta viene funcionando sin trabas, pero sí es urgente cambiar la Ley de Banda Ancha, porque no se le está sacando provecho a la Red Dorsal a pesar de tener más de dos años terminada.

Discrepó con esta afirmación Rafael Muente, presidente del Osiptel, quien considera que la ley de telecomunicaciones está desfasada y requiere diseñarse una nueva norma de acuerdo a la realidad que vive hoy la industria. "El foco legislativo debe estar en lo importante y no solo en lo urgente", enfatizó.  

NUEVOS DESAFÍOS
​Según Muente, la Ley de Telecomunicaciones vigente fue diseñada pensando sobre todo en el servicio fijo como un monopolio privado que se debía regular y valoraba al Internet como un valor añadido. Eso era comprensible porque en aquel entonces - los noventa - solo había un operador de telefonía fija, la telefonía móvil era apenas un sueño y el Internet casi un lujo.

La realidad actual es completamente distinta, enfatizó. Tenemos 40 millones de usuarios móviles y casi la mitad usa Internet en el teléfono móvil. Las aplicaciones informáticas proveen servicios vía Internet (OTT) que compiten con las "telco" sin tener infraestructura ni regulaciones propias. Además se vive la cuarta revolución industrial en donde la robótica, el Big Data y la Inteligencia Artificial generan nuevos desafíos en términos de comunicación.

La nueva ley deberá considerar a las tecnologías de la información como un todo integrado a las comunicaciones y organizarse pensando no solo en la oferta sino en la demanda misma, opinó Gonzalo Ruiz Díaz, ex presidente de Osiptel. 

Se debe tratar no solo de incorporar nuevos conceptos, sino de simplificar el régimen de concesiones, dar al Internet un tratamiento diferente, repensar el marco del uso de espectro y fortalecer al regulador como defensor de las transgresiones o la corrupción, añadió Muente. 

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Solo en el caso de las concesiones, dijo, tenemos un marco legal muy amplio que abarca hasta a los operadores de tv paga cuando debería incluir solo a quienes usan espectro. "Tenemos unas 800 empresas registradas y a las cuales hay que luego gestionarles las renovaciones de concesiones. Es demasiado", enfatizó.

La nueva ley, complementó Ruiz Díaz, debe venir acompañada de un cambio en el manejo administrativo del sector y la formulación de un ministerio (o viceministerio) de las tecnologías de la información y las comunicaciones (MINTIC), tal como ya se estila en otros países de la región.   

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