En la política todo vale y más cuando se trata de elecciones. Además de inundar la ciudad con carteles y dar regalos a los electores, los jefes de campaña de los candidatos recurren a un viejo y -algunas veces- eficaz medio de recordación: los 'jingles'.
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Desde la década del ochenta hacia adelante, los políticos peruanos han considerado que en las elecciones no basta con tener las mejores ideas, sino también una buena banda sonora (en algunos casos acompañado con el o los artistas de moda).
Para Juan Takehara, editor del portal web Codigo.pe, considera que el jingle siempre será en el Perú una opción no solo efectiva sino barata en un país donde se escucha música en todos lados.
"A nivel emotivo, la canción deberá tener unas palabras o simples sonidos que debería repiquetear –sin taladrar– la mente del elector. A nivel racional, las frases que se dicten dentro será la propuesta política que marcarán los puntos clave de la campaña. Creo que el ritmo debería ser siempre el que esté de moda, para popularizar al candidato", aconseja.
Pero, ¿cuáles fueron los 'jingles' políticos más electorales del Perú?
"VAMOS PERÚ"- FREDEMO
En las elecciones del noventa se incrementa notablemente la presencia de la pauta política en la televisión. El Frente Democrático (Fredemo) fue el partido que más invirtió durante dicha campaña. Es más, algunos consideran que el desembolso realizado por el movimiento liderado por Mario Vargas Llosa ha sido el más alto en la historia.
Luego del silbido de la campaña del Movimiento Libertad en 1987 (su spot contra la estatización de la banca) "Vamos Perú" fue el jingle con el que Fredemo se presentó en las elecciones del noventa. Fue una canción interpretada por Roxana Valdiviezo, una de las cantantes nacionales más importantes de la época. Pese a tener un buen 'jingle', Vargas Llosa no obtuvo las preferencias esperadas en las urnas. El resto es historia conocida.
"EL BAILE DEL CHINO" - PERÚ 2000
Tras diez años al mando del país, Alberto Fujimori buscaba en las elecciones del 2000 alcanzar un tercer gobierno pese a las denuncias de corrupción y compras de medios de comunicación que pesaban sobre sus hombros. No escogió mejor manera para imponerse frente a Alejandro Toledo que con un pegajoso jingle que aprovechaba el buen momento de la tecnocumbia: el baile del chino.
Takehara menciona que el Ritmo del Chino fue más que una canción. "Fue un masaje cerebral donde se depositaba la parte lúdica de un régimen que iba por su tercera elección. Más que un jingle diría que nos "lobotomizaron" con tecnocumbia", remarca.
"TOMA MI MANO" - PERÚ POSIBLE
Alejandro Toledo llegó a la campaña presidencial del 2000 con una canción menos pegajosa y lúdica que la de su principal contrincante, en la que se exaltaba el amor a la patria y un futuro mejor para el país.
Este spot formaba parte de una serie de cuatro comerciales donde se remarcaban las cualidades del líder del partido de la chakana, una manera de limpiar su imagen frente a los ataques de algunos medios alineados con los intereses del gobierno de turno. Lo más remarcable de estas tandas fue su slogan "Más trabajo".
BONUS TRACK: EL SALVADOR
Estas últimas elecciones municipales nos dejan casos memorables como las canciones de Salvador Heresi. El candidato de Perú Patria Segura ha encontrado en la música la manera de decirnos (cantando) que es el 'salvador' de Lima y que va a 'destapar' el caótico tráfico que aqueja a la capital. Para Takehara, este es un clásico ejemplo de que la constante repetición de una mala canción puede volver a un candidato con simpatía a uno odiado. ¿Esto se reflejará en las urnas?