Llegó diciembre, y con él, la gratificación, los regalos y celebraciones. Pero también llega la tentación de excederse y de usar la tarjeta de crédito. Si bien muchas personas aprovechan su aguinaldo para dejar en cero la deuda de su tarjeta de crédito, hay también quienes, estando en esa situación, ven al plástico como un punto de partida para comenzar nuevamente a endeudarse.
Pero, ¿cuándo usar la tarjeta de crédito?
Lo primero que se debe tener en cuenta es si el usuario es una persona ordenada o desordenada. Si es ordenada, puede sacar provecho de la tarjeta de crédito. Puede hacer sus compras habituales sin excederse de lo que realmente puede pagar, y al final del mes pagar el total. De esta manera evitará pagar el interés correspondiente y se beneficiará con los programas de premios de las tarjetas, como por ejemplo, millas o puntos.
Pero si el usuario es una persona que no lleva muy bien el control de sus cuentas, debe tratar de usar la tarjeta de crédito solo para emergencias y no para gastos corrientes, pues estos últimos deberían ser asumidos con sus ingresos mensuales.
Para este último grupo debería estar prohibido utilizar los plásticos para compras de alimentos, combustibles y gastos similares. Para lo que sí podrían usarlos es para realizar compras de bienes con vida útil más larga, como electrodomésticos, pero siempre utilizando la modalidad de cuotas para evitar que los intereses encarezcan innecesariamente el bien adquirido.