"El gran consejo de Bruce Lee", por Alberto Goachet

Hace unos días, haciendo una presentación de credenciales a un potencial cliente, le comentaba que nuestro equipo es apasionado, talentoso y comprometido.

Dentro de esta descripción, resaltaba que somos una agencia con un promedio de edad entre 28 y 30 años, donde evidentemente yo era el más ‘tío’. Es mi manera de decir que somos una agencia conectada con las exigencias del consumidor de hoy, pero combinada con “canas” de experiencia, siempre necesaria. Por lo menos, así lo vendo siempre.

Como parte de esta reflexión, siempre resalto la diferencia entre la manera en que se encaran las campañas hoy frente a cómo se hacía 20 años atrás. Antes, plasmar una idea creativa era relativamente simple: TV, radio, prensa o vía pública. Podías fácilmente llegar a tu audiencia combinando estos medios. ¿Hoy? Es todo un reto.

Nuestra audiencia consume infinidad de medios, plataformas, formatos, y solo tiene cinco segundos de capacidad de atención, según el ya famoso estudio de Ipsos.

¿Cómo afrontamos este complejo y retador escenario? Con un profundo conocimiento del consumidor y con una estrategia potente, diferencial y que detone una ¡IDEA LÍQUIDA! (el concepto de moda entre marketeros, consultores y agencias de publicidad y digitales.

Que tire la primera piedra quien no haya ‘floreado’ sobre la importancia de tener hoy ¡IDEAS LÍQUIDAS!).

El concepto lo acuñó el sociólogo Zygmunt Bauman, inicialmente como “modernidad líquida”. En su opinión, las estructuras rígidas establecidas por décadas en la sociedad, en los gobiernos, en las empresas y hasta en nuestras familias, tenían que transformarse en conceptos e ideas más flexibles y fluidas ante las exigencias de un mundo más moderno y generaciones más dinámicas e inquietas.

Bauman planteaba que las empresas abandonaran las estrategias inamovibles y sus herramientas de seguimiento y control intocables, por estructuras y procesos más flexibles y rápidos.

Aplicado a la comunicación, el concepto ‘líquido’ exige que se deje de pensar una idea para un medio específico o predominante como la TV, por ‘liquid ideas’ que tengan la capacidad de viajar y adaptarse a cualquier medio sin problema, desde un medio masivo hasta una plataforma digital o un punto de venta.

El reto es llegar a esa idea que tiene la capacidad de viajar y adaptarse a cada medio sin perder potencia y foco, un requerimiento que antes, cuando solo teníamos cuatro o cinco puntos de contacto, era mucho más fácil de lograr.

¿Y qué tiene que ver Bruce Lee con todo esto? En la última entrevista que le hicieron antes de su muerte, la leyenda de artes marciales aconsejaba: “Vacía tu mente. Libérate de las formas. Como el agua. Pon agua en una taza y será la taza. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y será la tetera. No te establezcas una forma. Fluye. El agua puede fluir suavemente y también puede golpear fuerte. Sé como el agua, mi amigo”.

En este escenario de ‘liquid ideas’, el consejo del gran Bruce Lee nos puede iluminar. Hasta la próxima, mi pequeño saltamontes.

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